Javier Parisi: “Si vos estás en movimiento las cosas se van generando, van lográndose” [ENTREVISTA]

A días de la próxima fiesta Beatle para celebrar los 19 años del fan club Beatles Perú junto a Los Harrisongs, Yo Soy The Beatles y La Pira, conversamos con el invitado de Argentina, Javier Parisi. Hicimos un repaso por sus años de carrera rindiéndole tributo a John Lennon y los lugares a donde lo ha llevado, desde el Cavern Club de Liverpool a los estudios de Abbey Road.

Javier Parisi nació en Lanús, Buenos Aires en 1980, pero fue en 1988 que escuchó la música de los Beatles por primera vez y se enamoró de ella de tal manera que le pidió a su madre para estudiar guitarra e inglés inspirado por estos cuatro fantásticos. 

Conforme fue creciendo, en su adolescencia sus pares empezaron a notar un parecido físico con John Lennon, que no dudó en utilizar para rendir homenaje y tributo a su ídolo junto a sus amigos del barrio. Su similitud y su dedicación se potenciaron para hacerlo crecer a gran escala y lo llevaron desde el conurbano bonaerense a girar por todo el mundo, pisando lugares icónicos en la historia de los Beatles como el Cavern Club en Liverpool, o el estudio número 2 de Abbey Road. 

Su figura y su espectáculo son aclamados en la comunidad beatlemaníaca alrededor de todo el mundo, y su carisma y calidez lo han llevado a generar estrechas amistades con gente del entorno del músico inglés, como su hermana Julia Baird y su gran amiga y diseñadora Helen Anderson. 

Recientemente Worked Music conversó con Parisi sobre su tributo y el show que dará en Lima el Viernes 17 de Enero, estas experiencias emblemáticas y sus numerosos proyectos para el 2025. 

El 17 te vas a presentar en Lima, en el Centro de Convenciones Bianca. ¿Cómo te estás preparando?

Bien, la verdad que estoy muy ansioso. Esta es la tercera vez que voy para Lima, con mucha ansiedad y muchas ganas, esperando que llegue el día para ver al público, que es muy beatlemaníaco, que le gustan mucho las canciones de los Beatles y de Lennon, y que saben mucho de rock. 

Estoy con muchas ganas de verlos todos ahí, cantando, bailando, disfrutando de esta fiesta Beatle, que realmente va a ser eso, una fiesta Beatle donde van a haber muchísimas, pero muchísimas canciones.

Estamos preparando el espectáculo para el 17 de enero, con canciones de Lennon solista, que obviamente él nunca cantó en vivo, de Double Fantasy, de la Beatlemania, psicodelia, la etapa de la terraza. Van a haber muchas, pero muchas canciones y distintos estilos, todo resumido en el tiempo que vamos a estar ahí, pero la vamos a pasar muy bien.

Veo que estás preparando un gran espectáculo. Mencionaste que es la tercera vez que vas a tocar en Perú, ¿cómo ha sido tu experiencia?

Maravillosa, maravillosa. La verdad es que el público peruano es muy cálido. Es un público que, como bien te decía, le gusta la música de los Beatles y de Lennon. Hace años que vengo recibiendo mensajes por Facebook e Instagram, diciendo “¿cuándo vas a estar en Perú?, ¿cuándo vas a estar en Perú?”, y bueno, finalmente se dio la posibilidad de estar en Perú. Estuve en 2023, el año pasado, y ahora vuelvo a estar este año, en Lima las tres veces. He estado también en otras ciudades, pero bueno, esperando, ansioso de verlos a todos allí, disfrutando de esta fiesta Beatle, que está buenísima. Está muy, pero muy bueno.

De todas las etapas de la carrera de Lennon, tanto con los Beatles como solista, ¿cuál es tu etapa favorita? ¿Qué es lo que más te gusta tocar?

Mirá, calculá que el espectáculo que yo tengo montado, que viaja por el mundo, son las distintas etapas de Lennon, más de siete cambios de vestuario, es un espectáculo muy grande, muy intenso, y estás personificando todo el tiempo las distintas etapas. Y de todas hay una que te gusta. O sea, es difícil decir “bueno, esta etapa, esta otra”. Pero quizás hoy, con mis 44 años, te digo que Double Fantasy, la última época de John, es algo que me gusta mucho, disfruto mucho cantarlo en vivo. Además es lo que él no pudo presentar en gira. Son todas las ganas y todo el proyecto que él tenía en la cabeza de salir a girar por el mundo con ese disco pero no pudo ser. Entonces es algo que lo siento como muy cercano. Tener la posibilidad de cantar esas canciones en vivo, si hoy me decís que elija una etapa, digo esa etapa, la de Double Fantasy.

Este proyecto te ha llevado a viajar por todo el mundo, terminaste incluso en el Cavern Club y grabando en Abbey Road, ¿qué fue lo más impactante de todo lo que te ha traído realizar esto?

Estar con el círculo íntimo de John, conocer a la diseñadora y amiga de John desde los 17 años, que fueron a la escuela de Liverpool juntos, la que le diseñaba las gorras de cuero, también amiga de Cynthia, la primera esposa de John, es como si fuera la tía de Julian Lennon, porque lo conoce desde que nació. La hermana de John, bueno, Julian. Todo eso está en primer lugar. Después, trabajar como artista residente en el Cavern Club de Liverpool, eso también fue maravilloso. Pero hay algo que era el sueño que quizás tenía yo y que se termina concretando, que es estar en Abbey Road, en el estudio número 2. No solo eso, porque había estado en el año 2019, me habían invitado para formar parte de una celebración por los 50 años del cruce de los Beatles por Abbey Road. Estuve adentro, hablaron los ingenieros, yo dije “bueno, ya está”, pero después, en el año 2022, tuve la posibilidad de ir a cantar al estudio número 2. O sea, me contrataron para una celebración, entonces viajé desde Argentina, y estar cantando en el estudio número 2, con los pianos, toda la atmósfera de ese estudio ahí, para mí fue algo insuperable, donde ellos grabaron sus discos, y no sólo ellos, sino infinidad de bandas. Pink Floyd estuvo grabando ahí. Entonces, eso para mí es algo que me marcó mucho. 

Me imagino lo que es conectar a ese nivel con la experiencia, sentir que estás viviendo lo mismo que tus artistas favoritos.

Sí, es algo que mientras yo estaba ahí cantando, me acuerdo que estaba sentado donde Lennon grababa los discos. Y yo decía, “bueno, en ningún momento yo me puedo emocionar”, o sea, emocionar de las lágrimas, porque si yo estoy cantando y la gente está viendo otra cosa no va a haber un fan que se pone a llorar mientras está cantando. Digo, tengo que abstraerme y salir de ese lado. En un momento yo estaba cantando y digo, “mi voz está reverberando donde los Beatles y Lennon cantaban y grababan los discos”. Ahí era imposible salirte de ese lugar, la emoción estaba todo el tiempo ahí. Fue muy, pero muy fuerte estar cantando y ver la escalera típica del acceso al control room donde se grababa. Es una experiencia que no la voy a olvidar jamás.

Aparte de todos tus logros, ¿sentís que todavía tenés algún pendiente? ¿Hay algo que dirías “una vez que cumplí mis sueños, tengo un sueño nuevo”?

Yo creo que los sueños aparecen todo el tiempo, se van renovando con lo que tiene que ver con el hecho artístico, ¿no? A mí me encanta hacer lo que hago, viajar por el mundo, cantar sus canciones, armar los espectáculos, crearlos, cranearlos, pensar cómo van a ser, qué vestuarios voy a utilizar. Cuando salgo estoy viendo a ver qué me puedo comprar o qué puedo mandar a diseñar para el espectáculo. Siempre estoy pensando en eso, entonces soy feliz haciendo lo que hago, trabajando en producciones de películas, documentales, en publicidades, eso también es muy lindo. 

Otra de las cosas que estoy haciendo, es grabar un disco en Indonesia, que estuve el año pasado presentándolo en un festival, y ahora vuelvo este año, a mitad de año, a seguir grabando y saliendo de gira para presentar ese disco, que no son canciones de Lennon, sino la propuesta de la discográfica fue cantar canciones al estilo de Lennon pero de la música del rock-pop de allá de Indonesia y otras canciones creadas, escritas para mí. Bueno, están en Spotify algunas. Entonces, encontrarme con todas esas cosas nuevas es un desafío y es algo que me gusta también hacerlo. Obviamente, como un sueño, como un pendiente, me encantaría tener la posibilidad de estar mano a mano con Paul y con Ringo, que son los dos Beatles que quedan en esta parte de la Tierra. Eso sería maravilloso. Pero bueno, nunca se sabe. Quizás en algún momento se puede dar, o no. 

Pero bueno, las expectativas siempre están puestas, las ganas de que suceda. Así que veremos lo que sucede.

Contame un poco más de esto que estás haciendo con Indonesia. ¿Cómo surge? 

Eso surgió hace tres años, de una manera casi impensada. Yo estaba en la casa de un pianista en Argentina, ensayando, y compramos para comer unos churros, que es típico de acá, que comemos con dulce de leche, y yo le digo “bueno, le voy a grabar un canje a estas personas que nos enviaron los churros con el piano, listo”. Y esa publicidad, por eso es increíble, llega a Indonesia. ¿Viste esas cosas que giran? Llegó esa publicidad a Indonesia. Entonces, un productor de Indonesia que tiene un sistema de karaoke se comunica con mi manager y le dice “nos gustaría que Javier haga algo similar, pero con el sistema de karaoke nuestro, acá en Asia”. Bueno, fantástico, cambiamos los churros por el sistema de karaoke. Ese video llega a un productor discográfico y el productor del sistema de karaoke me pide a mí si yo podía cantar una canción de un grupo de Indonesia al estilo de Lennon. Escucho la canción, la grabo con la guitarra y se la envío. El productor discográfico no entendía nada, decía, “¿esto qué es?”, no estaba todavía la inteligencia artificial. “Esto es raro, ¿cómo Lennon está cantando una canción de un grupo de acá, de Asia?” Bueno, resulta que el productor dijo, “quiero tenerlo a él para grabar un disco con canciones nuestras, pero al estilo de Lennon”. Y así surge esa posibilidad. Empezamos a grabar las canciones y, bueno, el año pasado las presentamos en el festival Prambanan Jazz enfrente a 15.000 personas. Fue una locura.

Y ahora este año volvemos para seguir lo que tiene que ver con la presentación del disco y, hacer toda la movida. Es raro, porque estamos en la otra punta, ¿cómo se interesaron en esa cuestión y cómo se fue conectando todo? Hoy en día, con las redes bien utilizadas se pueden hacer cosas maravillosas.

¿Has estado en los shows de Paul McCartney de Argentina del 2024?

Sí, estuve. Siempre que vino Paul, menos cuando vino la primera vez, que era chico, no pude estar. Pero después, todas las veces que vino Paul a la Argentina estuve ahí en el público, cantando y disfrutando del espectáculo. Siempre, siempre estoy ahí.

¿Sentís que eso te influyó artísticamente, más allá de lo obvio? Me refiero a estar específicamente ahí en ese momento. ¿Qué te hizo sentir?

En realidad siempre digo lo mismo. Mi forma de poder abrazarlo a él hoy en día, cuando no tenés acceso directo a él es pagando la entrada y yendo al espectáculo, cantar sus canciones, aplaudirlo, vitorearlo. Esa es la manera que uno tiene de abrazar a quien ama y a quien lo hizo feliz desde chico con su música, con sus composiciones. Entonces, me siento bien diciendo que fui a saludar a quien admiro y conozco desde hace muchos años. Es como un acercamiento energético, por así decirlo, porque uno le transmite toda esa energía al artista que aprecia, que quiere y que, de cierta manera, lo cuida. Y bueno, es a través de esa manera que yo lo hago. 

Tu crecimiento artístico es súper orgánico. ¿Lo vivís de esa manera?

Totalmente, es algo que se ha dado con naturalidad. Lo vivo de esa manera, por eso siempre digo que las cosas van a suceder, no sabemos cuándo, pero el tema es estar en movimiento siempre. Si vos estás en movimiento, las cosas se van generando, van lográndose. Si no, calculo que para mí es impensado: viviendo en Lanús, una ciudad chiquita en Buenos Aires de la parte de la provincia, ¿cómo voy a estar cenando con la hermana de Lennon, con la diseñadora? O mismo en Cannes, que íbamos a Francia al Festival, porque ellos tenían conocidos. Y estar ahí almorzando con el sobrino de Mia Farrow, y vos decís, esto es muy loco. Si yo me lo pongo a analizar desde el otro lado, no sé cómo, no tengo la manera de cómo llegar y cómo lograr conseguir eso, pero las cosas se fueron dando. Es un trabajo que uno vino haciendo, que es lo que no se ve. Quizás lo que se ve es, “acá está Javier, hace esto”, pero después está todo lo otro que no se ve. Eso es estar en movimiento, es estar haciendo cosas todo el tiempo.

¿Siempre supiste que te querías dedicar al arte? ¿O tuviste alguna fase previa?

Mirá, de chiquitito, a los ocho años, ahí es cuando conozco a los Beatles, en el año 88. Ahí le pido a mi mamá para empezar a estudiar guitarra e inglés, sin saber lo que iba a ser a futuro, porque el parecido físico no existía, era un chico de ocho años. Bueno, seguí toda mi etapa de la adolescencia, jugaba mucho al fútbol, quizás ahí estaba más fuerte la parte del fútbol, del deporte, de querer hacer eso yo a futuro, pero a los 19 años digo “no, tengo ganas de seguir con el instrumento”, y es ahí donde comienza mi etapa de formar una banda tributo a los Beatles en Argentina, con amigos del barrio. Y así empieza a crecer todo y ya son 25 años de venir haciéndolo ininterrumpidamente. 

Estuvo todo el tiempo eso, por eso también considero que las cosas suceden cuando tienen que suceder. Quizás a los 20, 23 años yo no estaba preparado para que me suceda lo que me sucede ahora, conocer a las personas que termino conociendo, que se me abran puertas en otros lugares, por eso digo la constancia, porque yo podría haber dejado de hacerlo a los 5 años de que empecé, pero no, yo seguía haciéndolo, confiaba en mí y trabajaba, porque eso es importante. Constancia, perseverancia, trabajo, dedicación. Que otros le dicen a todo eso suerte. Entonces yo digo, cuando me dicen “che, qué suerte que tenés” no, son muchos años de trabajar, de estudiar, de ser apasionado en lo que uno hace, en ser perseverante, constante. Son muchas cosas que tenés que poner para conseguir las cosas, uno nunca sabe cuándo van a suceder, uno quisiera que las cosas le sucedan ya. Bueno, el tiempo no lo tenemos nosotros, pero siempre las cosas terminan sucediendo.

¿Sos hincha de Lanús?

Hincha granate, sí. Hasta, de hecho, no sé si se ve ahí atrás (señala la camiseta colgada en la pared de la habitación), firmada por los jugadores, porque cuando vengo de Inglaterra en el año 2019, yo a todos lados donde voy digo que soy de Lanús, y en el Cavern Club sacaba la remera y la mostraba, entonces, bueno, la gente del club dijo “cuando venga Javier acá en un partido lo presentamos y le damos la camiseta firmada por los jugadores”. Se mezclaron mis dos pasiones ahí, el fútbol, mi equipo Lanús y los Beatles y Lennon. Así que sí, maravilloso.

Si tuvieras la oportunidad de hablar con John, ¿qué le dirías?

¿Qué le diría? Mirá, lo abrazaría. O sea, sería más un abrazo y agradecerle.

Agradecerle porque él lo que me trajo a mí es felicidad, le puso colores a mis días. Es todo lo que está bien, yo lo siento desde ese lado. Es como más que un familiar, porque a veces uno con la familia se termina peleando, ¿no? y con los amigos es distinto. Lennon es como un referente que siempre estuvo ahí, con el cual nunca me enojé, nunca tuve la posibilidad de enojarme con él, al contrario, siempre era mi cable a tierra, entonces son palabras de agradecimiento. Y uno con el diario del día después puede decir un montón de cosas, como diciendo “¿por qué ese 8 de diciembre no te fuiste a cenar con Yoko en vez de volver al Dakota?” que era lo que iba a suceder. Pero bueno, las cartas ya estaban marcadas. Lo que yo haría sería eso, darle un abrazo muy grande, invitarlo a comer black pudding, todas esas cosas que a él le gustaban, sería para mí algo hermoso.

¿Qué proyectos tenés para este 2025? Además del que ya estuvimos comentando. ¿Pensás que vas a tener un año movido o quizás vas a parar un poco? ¿Qué va a pasar?

Ya arrancamos con Perú el 17 de enero, ahí estaban viendo si organizamos ya para febrero Ecuador. En marzo tenemos en Buenos Aires, en Argentina. Y bueno, seguir viendo la grilla como sigue con México, Europa, y bueno, obviamente Asia. Así que se viene un año bastante cargado. 

Vas a tener fechas por todos lados

Sí, sí, sí. La verdad que sí. Además con el espectáculo que nosotros estamos haciendo con mi banda, que dura más de dos horas, con más de siete cambios de vestuario. Es un show donde la gente no se detiene un instante. Mientras yo me estoy cambiando el vestuario la banda sigue tocando y sigue amenizando todo eso y enganchando las canciones para lo que viene. Es como que estás viendo un musical todo el tiempo. Y está bueno. Y terminar después bastante cansado, porque quizás la gente ve las canciones y en un momento no me ve, pero en ese momento yo no estoy descansando si no al contrario, me estoy cambiando y estoy poniendo más energía para que ese tiempo sea el más corto posible y volver a entrar al escenario. Son más de dos horas bastante intensas.

¿Cómo es el amor que te devuelve el público? ¿Por ejemplo, tenés alguna anécdota de algún comentario que te haya hecho alguien que te fue a ver? ¿O un fan en la calle? 

El amor del público es maravilloso. Calculá que yo en mi casa tengo un montón de cosas. Todas las cosas que tengo acá es merchandising y cosas que voy recibiendo de ellos. Me llegan cajas con un montón de cosas. Ayer me llegó de Inglaterra una caja con un montón de cosas. El público es muy demostrativo, sabe qué es lo que te gusta y te lo termina regalando. Sabe que me gustan los dulces y van con chocolates. Y me pasó en Indonesia que me llevaron una caja que era bakpia, como si fueran unas masitas redonditas, dulces. El público está muy atento a lo que uno dice. Lo están escuchando. El cariño que uno recibe por parte de ellos es hermoso. Y después, lo que te cuentan también, que vos cantás canciones y para cada uno de ellos significa algo distinto. Vos terminás el espectáculo y te dicen ”esta canción me hace acordar a mi hijo que ya no lo tengo” y que yo sé la canté. Todos tienen alguna emoción marcada con las canciones que vos hacés, entonces, es como que en cierto punto te agradecen eso que vos estás haciendo y entregando, pero a cada uno de ellos lo moviliza de una manera diferente. Eso es lo lindo, que es un espectáculo movilizador, la gente disfruta, se emociona, vuelve a conectar también con sus recuerdos, eso está bueno y es muy lindo. 

Una anécdota graciosa quizás es la de Abbey Road, que voy la primera vez y estaban todas las cámaras filmando porque eran los 50 años de que los Beatles cruzaron la calle, imaginate. Yo llegué personificando a Lennon con el pelo largo, pero con la barba, vestido de blanco, y llego a la esquina y me paro así, claro, la gente no entendía nada. Bueno, empecé a cruzar. Cruzaba con perros, con todo me daban para cruzar, sacaban fotos, filmaban, y en un momento yo veo que unas personas ponen la mano en el bolsillo y me estaban poniendo libras, y me dicen “muchísimas gracias por venir” y les digo “pero yo lo vengo a hacer porque soy tan fanático como ustedes”. Ellos se pensaban que yo había sido contratado por Abbey Road para hacer esos cruces con ellos, y era una cosa que se iba dando todo el tiempo, habré cruzado como, no sé, 200 veces por Abbey Road. 

Después estaba cruzando y había una chica asiática que estaba de espaldas, entonces me acuerdo que yo la llamo y cuando se da vuelta no entendía nada, dice “¿qué hace Lennon atrás mío?” y lo bueno es tener esas fotos, que yo las tengo en Instagram, porque había un fotógrafo de la BBC que las estuvo sacando y pudo registrar esos momentos de la gente con la emoción, yo con los perros cruzando. Es algo muy gracioso que me gusta compartir. 

Es algo muy lindo, porque también soy consciente de eso, está el parecido físico. Y si estás trabajando con eso la prioridad es para las personas que te piden la foto, quieren la foto con Lennon y está bárbaro, yo ya sé que mi trabajo es ese. Mi trabajo termina cuando vuelvo a mi casa, cuando vuelvo al hotel si estoy de gira, bueno, ahí terminó. Después, mientras tanto, mi tiempo es poder compartirlo con ellos, esa es la responsabilidad que uno tiene y lo que significa para la otra persona obtener esa foto. Entonces para eso también está uno.

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