Jake Xerxes Fussell: “Creo que los viajes nos definen de alguna manera porque transitamos por la vida y algunas de estas canciones reflejan este pensamiento” [ENTREVISTA]

El intérprete de variadas canciones folk, Jake Xerxes Fussell aporta una reflexión sobre los viajes como una extensión de la vida en su próximo álbum “When I’m Called”.

Jake Xerxes Fussell es un reconocido intérprete de música tradicional estadounidense quien está próximo a sacar su quinto álbum, titulado “When I’m Called”, el 12 de julio del presente año a través del sello discográfico Fat Possum Records. En este disco, el artista originario de Georgia hace una selección de canciones folk que plasman el deseo del viaje, el andar sin dirección para el encuentro con el azar o el retorno a un lugar llamado “hogar”. 

En esta entrevista, el cantante y guitarrista habla sobre su formación en la cuna de una familia artística, su interés por las antologías y grabaciones que recopilan la historia de la música tradicional y su propio papel en la interpretación del género folk en esta era contemporánea que parece olvidar estas voces rurales. 

Tengo el gusto de estar aquí con Jake Xerxes Fussell y estamos aquí para hablar de tu próximo álbum titulado “When I’m Called”, el cual será lanzado el 12 de julio, y también hablaremos de los tres sencillos que has publicado. Pero antes de hacer eso, me gustaría hacer un ejercicio de imaginación contigo. Podrías pensar en un escenario tradicional estadounidense y describirlo para nosotros para así entrar a tu mundo musical 

Wow, esa es una tarea difícil. Realmente no sé cómo es un típico escenario estadounidense, pero cuando toco música pienso en los lugares a los que la letra me lleva o el sentimiento que evocan. Yo aprendí de música cuando era niño, todo fue gracias a mi familia que conocía a muchos músicos tradicionales. Creo que la música que toco la asocio a esa etapa temprana de mi vida cuando aprendía de la música tradicional en el sudeste de Estados Unidos, de donde provengo. 

Eres de Georgia, ¿no es así? ¿Cómo recuerdas el paisaje natural y el clima cuando eras niño?

La parte de Georgia de donde soy es Columbus, en el suroeste del estado. Es como una ciudad industrial mediana y tiene el Río Chattahoochee, con muchos molinos textiles, los cuales ya no funcionaban cuando era niño, de hecho, creo que siguen sin funcionar. En algún punto, Columbus fue un pueblo muy productivo, pero esa industria textil desapareció para ser reemplazada por otra industria. No obstante, el algodón fue el producto  principal desde 1800 hasta la primera mitad del siglo veinte. Cuando era niño toda esa industria desapareció y llegaron embarcaciones internacionales. Es un lugar muy cálido en el verano, puede llegar a ser húmedo. No hace mucho frío, la nieve llega cada diez años. Es un lugar de terreno llano, no hay muchas montañas, sin embargo, es un sitio hermoso. Me sigue gustando visitarlo aún cuando ya no vivo ahí; ahora resido en Carolina del Norte, en algunos aspectos es similar a Georgia, pero muy diferente en otros. 

Es interesante saber que viste ese cambio de industria en tu lugar de nacimiento. Por otra parte, en las canciones ‘Leaving Here, Don’t Know Where I’m Going’, ‘Going to Georgia’ y ‘Gone to Hilo’ tienen algo en común que es el verbo “ir” (en inglés “to go”) además de las menciones de lugares específicos. Anteriormente, las describiste como “canciones de caminos solitarios” (“lonesome road songs”), así que ¿cuál crees que es el corazón, la característica principal, de una canción de viaje? 

Es interesante porque cuando hago un disco nunca tengo un gran plan, sólo ensamblo canciones que haya tocado o descubierto recientemente. Como yo no escribo canciones, lo que hago es re-trabajarlas de fuentes tradicionales y antiguas y las toco a mi manera. Nunca pienso que debo tener un gran tema en general, pero siempre que ensamblo todo, que pongo las canciones juntas, me percato que hay temas relacionados los cuales estaban escondidos. Eso pasó en este álbum, muchas canciones son sobre viajes, los personajes van a algún lugar. Para mí tuvo sentido porque he viajado mucho en los últimos años, yendo de gira y en conciertos, además de que ahora soy papá, tengo un hijo de tres años, pienso en el paso del tiempo, en hacerte viejo y seguir con la vida, pienso en las transiciones. Creo que los viajes nos definen de alguna manera, transitamos por la vida, y algunas de estas canciones reflejan este pensamiento. 

Es como una metáfora extendida sobre la vida y los viajes, el pasar del tiempo. Justamente quería hablar de las voces poéticas de las canciones de folk, ya que es indefinido quién canta, además de que los personajes pueden ser cualquier persona (como Johnny en ‘Gone to Hilo’). Tú al cantar, de alguna manera encarnas esta colectividad de voces, por lo que te quería preguntar ¿cuál ha sido tu personaje favorito o tema favorito de estas canciones folk que haya resonado más contigo o que haya dejado una marca en ti? 

Esa es una pregunta interesante. No sé si tengo uno favorito, siempre me han interesado canciones antiguas y toda mi vida he coleccionado y tratado de aprender canciones tradicionales. En este punto tengo mucho conocimiento de canciones estadounidenses y por muchos años he leído libros de antologías de canciones folk, he escuchado muchas grabaciones de campo. Hay demasiadas cosas que me gustan, pero soy muy selectivo con las canciones que canto porque tengo que sentir una conexión emocional y eso es lo que  primero considero. Hay muchas canciones que amo, pero que nunca cantaría porque siento que no reflejan mis experiencias; esas canciones históricamente vienen de contextos muy diferentes a los que yo crecí. Nací en los ochenta y eso es una experiencia muy diferente de alguien que nació en 1880, se trata mucho de cosas históricas que no tienen que ver con mi experiencia de vida, ya que no crecí en una granja como algunos personajes de las canciones. No obstante, muchas veces, algunas tienen ciertos elementos con las que conecto a nivel emocional simplemente por ser una persona en el mundo y más cuando somos personas en la modernidad, una era en la que nos cuestionamos nuestra razón de estar aquí, nuestros objetivos, que nos preguntamos a qué dirección deberíamos ir. Desde esos sentimientos me conecto con estas “voces” en las canciones. 

Quisiera enfocarme en el tema de documentación y archivos. Sé que buscas canciones en muchos lugares como bibliotecas de universidades. Podrías hablar sobre este proceso de investigación, colección y selección de canciones 

Eso es algo que siempre estoy haciendo. Me gusta buscar en colecciones de libros que reúnen canciones folk y antologías. Frecuentemente escucho grabaciones de los veinte y los treinta, ya que en esas décadas hubo un renacimiento de ese material en Estados Unidos, principalmente en el sur, pero también en otras partes del país. Ya en los años que siguieron, a partir de los cincuenta, hay muchas grabaciones de campo de lo que se llama el mundo del folklore. Mis padres son parte de esa documentación, había un movimiento en los setenta, ochenta y noventa que grababa y coleccionaba esas canciones. Así que navego por todo ese material, lo escucho con cuidado y a veces me llama una melodía, una frase específica y de ahí me anclo.

Una característica de una canción folk es que siempre cambia. ¿Crees que tus álbumes son también parte de esta documentación de canciones folk?

Me han hecho esta pregunta antes y creo que lo hago no es dejar un legado de esa forma tan directa porque yo no provengo de ese linaje de donde son las canciones, más bien, soy un foráneo de esa cultura de alguna manera; interpreto lo que veo y escucho de esas grabaciones. Por otra parte, hay personas que hacen lo que yo, que están fuera de esa cultura y que se consideran folk revivalists, cantantes de los años cincuenta y sesenta como Dave Van Ronk y Paul Clayton, ellos eran artistas que interpretaban todo ese material, y si prestas atención a la música tradicional estadounidense los intérpretes están siempre en esa línea fluctuante de ser o no ser parte de ese legado del folk. Pienso que lo que hago es una continuación de eso, no formo parte de ese ambiente rural de donde se creó la música folk, más bien, soy un intérprete. Es una relación complicada, ya que no siento lo mismo que alguien cuya abuela cantaba baladas de las montañas de Virginia Occidental, por ejemplo, y que quiera transmitir esas canciones de la misma forma. Yo no tengo ese tipo de responsabilidad, como dije antes, soy un intérprete. 

Te consideras una especie de forastero del género. Me llama la atención esta nueva clasificación llamada “folk neo-tradicional” ¿crees que es más adecuada para ti? 

Creo que es más descriptiva en algunos aspectos. La historia de la música folk siempre interactúa con el mundo moderno, siempre se retroalimentan entre sí, por lo que creo que a veces aíslan ciertas canciones rurales, pero si las inspeccionamos con más atención, en realidad son una respuesta a la música urbana en la escena contemporánea. De manera contraria, en la música que se cataloga de “alta cultura”, los compositores clásicos constantemente buscan las fuentes de la música tradicional. “Neo-tradicional” describe hasta cierto punto, pero mucha musical tradicional es más “neo” de lo que creemos. 

Hay una idea de que los arreglos musicales para el folk deben ser simples y acústicos, pero ¿qué sucede en tus sesiones de estudio? ¿Nos podrías contar cómo grabas y decides los arreglos instrumentales?

La forma en la que acostumbro grabar es llegar al estudio con una idea muy básica de cómo quiero que la canción suene. En mi caso, solo comienzo con la guitarra y mi voz. A veces tengo de tres a cuatro personas que graban conmigo como un bajista, un pianista y frecuentemente un baterista, porque siempre queremos grabar las baterías primero para que todo esté en el tiempo y ritmo. Después se agregan más cosas, a mí me gustan mucho las texturas, así que estar en el estudio es una oportunidad para mostrar cosas inusuales, ya que cuando voy de gira, casi siempre soy yo con mi guitarra. En el estudio puedo grabar un clarinete, un trombón,  un acordeón o grabar un órgano. Me gusta que todos esos instrumentos puedan aportar texturas a las canciones. 

Las texturas son muy importantes además de que brindan un sentido de espacialidad a la música. Eso me recuerda a tu concierto Tiny Desk (Home). Había un comentario que decía que la casa en la que se grabó fue dañada debido a un árbol que cayó encima 

¡Wow, realmente investigaste! Sí, fue algo terrible. Era la casa de mi amiga Lindsey. Decidimos grabar ahí porque son mis amigos y me comentaron que tenían un lugar muy bonito para grabar. Me lo ofrecieron, ya que tendría iluminación natural y ahí lo hicimos. Semanas después un antiguo roble cayó justo en ese cuarto en el que grabamos. Es de esas cosas muy locas que suceden en la vida. 

Son momentos en los que la naturaleza te deja en claro que es más poderosa que cualquier fuerza humana. Ví en tu perfil de Instagram que también te fascina el arte y buscar artistas y sus obras. ¿Hay alguna conexión entre este trabajo visual y tu música? 

Siempre me ha interesado el arte visual, ya que provengo de una familia de artistas visuales, por ejemplo mi papá es un pintor y mi mamá hace bordados, mi hermana hace las dos cosas,combina la pintura con telas, podría decir que es una artista textil. Cuando era niño dibujaba mucho, aunque al crecer ya no seguí ese talento, me enfoqué mucho en la música. Pero el crecer con este ambiente de artistas hizo que me interesara mucho el arte, por lo que siempre lo incluyo en mis álbumes. Diría que es mi parte favorita del proceso y es una oportunidad para resaltar el arte de alguien que realmente me gusta. En este reciente álbum, mi amigo Kevin McNamee-Tweed, quien vive cerca de mí aquí en Carolina del Norte, tenía unos cuantos dibujos que me gustaban y usé uno para la portada. En Instagram, que es un medio muy visual, realmente me canso de ver fotos mías, así que prefiero poner pinturas de artistas como Diego Rivera. 

Para salir también de esta era de narcisismo 

¡Exactamente! Narcisismo y que las mismas imágenes se repiten una y otra vez cuando vivimos en un mundo lleno de imágenes hermosas. ¿Por qué no poner una pintura más interesante que una foto de alguien con una guitarra? (risas)

Sí, eso es muy curioso. Para cerrar esta entrevista, ¿hay alguna idea errónea de la música folk que quisieras romper con este álbum? 

Wow, creo que mi nuevo álbum no tiene ese poder, pero yo siempre estoy trabajando para un entendimiento más complejo de la música folk. Pienso que las personas que tocan música tradicional se percatan de todos sus niveles de complejidad. Aunque hay personas que están distanciadas de este tipo de canciones y que la piensan como música “vieja”, creo que la música folk refleja la humanidad en muchos aspectos, el mundo está escondido en esa música y eso es muy poderoso. Si puedo hacer mi pequeña parte para que más personas la conozcan, entonces ya hice mi trabajo. 

Escuchas los sencillos del próximo álbum de Jake Xerxes Fussell, “When I’m Called”, a continuación:

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