Cuando todo se apaga, hay que buscar algo para encender. Eso hizo Herman reeditando su primer álbum y sumándole nuevas versiones y canciones en lo que llamó la Edición de luz, lanzada el 22 de mayo. Este disco reúne 15 canciones donde el indie alternativo y el folk se entrelazan para abrirnos las puertas a un mundo calmo, natural y sensible, donde el sonido y las letras invitan a la intimidad y la introspección. 

La primera vez que Cuando todo se apaga salió al mundo fue en 2023, desde Ciudad Obregón, en el estado de Sonora, de donde viene Herman. En ese momento empezaba a dar sus primeros pasos en la producción musical junto a Ricardo Salvador, con quien desarrolla todo su material. Ahora, con una identidad más definida y en busca de una conexión más profunda con su público, le da una nueva vida al álbum, para recibir a quienes recién llegan, y ofrecer una versión aún más a quienes ya estaban.

Herman se ha ganado su lugar en la escena independiente gracias a su honestidad y cercanía con su audiencia, tanto en sus canciones como en sus shows, donde combina lo íntimo con lo minimalista. En su sencillo ‘Cielo’, muestra cómo habita la vulnerabilidad de forma segura, narrando y aceptando el miedo al cambio que todos podemos sentir. Durante el 2024, llevó su música a distintos escenarios de México, en diferentes formatos como una gira acústica y una presentación en el Festival Alfonso Ortiz Tirado. Con su reciente Edición de luz acepta un nuevo momento de madurez y luminosidad, y con un segundo álbum en proceso, su camino recién empieza.

Desde Ciudad de México, donde vive actualmente, Herman nos regaló un rato de su cumpleaños número 30 para hablar de este lanzamiento, de su segundo álbum que ya está preparando, y para dejarnos entrar una vez más en su mundo, tan cálido como humano.

¡Feliz cumpleaños! ¿Cómo venís pasando el día?

¡Gracias, gracias, muchas gracias! Estoy contento. Toda esta semana anduve medio en shock, pero estoy feliz, estoy contento de llegar a los 30. Me levanté muy temprano, me hice un cafecito, desayuné y fui a andar en bici un ratito. La ciudad ahorita está un poco caótica por temas de huelgas, pero disfruté el paseíto, estuvo muy bonita la mañana.

Me alegro mucho. ¿Cómo es tu perspectiva de cumplir 30? Solemos tomarlo como un hito que nos marca en la vida.

Las personas le ponen presión a esto de cumplir 30, y por momentos sí, uno se siente presionado, es como decir “ay, güey, ya voy a cumplir 30”. Todavía no tienes todo claro, a lo mejor no sabes qué quieres. Es un shock, un tema fuerte. Pero estoy tratando de llevarla tranqui, siento que el tema de la edad no me molesta, me gusta cumplir años. Estoy contento, feliz.

Yo creo que los 30 te encuentran en un gran momento. Estás trabajando en una reversión de tu primer álbum, preparando un segundo álbum y haciendo un montón de shows, es un momento muy movido. ¿Cómo lo estás llevando?

Sí, estoy ocupadito, tratando de hacerlo lo mejor que pueda en esto del disco, en esta reversión, en la música nueva que viene, tratando de mejorar en los shows en vivo y de subir ese peldaño de la música, de la industria. Es difícil, pero es muy emocionante también, estoy muy emocionado.

¡Me encanta! ¿Qué te llevó a hacer una reversión de tu primer álbum?

Vengo de una ciudad muy chica que es del norte del país, está en el estado de Sonora y hacemos frontera con Estados Unidos. Yo estudié la carrera de producción musical y cuando empecé a idear y a hacer lo que iba a ser mi primer álbum lo trabajé en mi home studio, mientras estudiaba en la universidad, y también en el estudio de unos amigos, que se llama 844 Studio. En ese momento estaba recién salido de la pandemia, había caos e incertidumbre, y yo conocía por Instagram al que ahora es mi productor, que se llama Ricardo. Él vive aquí en Ciudad de México, entonces nos comunicamos a distancia. Todo fue muy nuevo para mí, tanto trabajar en un primer disco y mis primeras canciones, como trabajar en medio de la pandemia global, a distancia, todo fue chocante.

Trabajé en ese primer disco durante casi todo un año. Yo viajaba a Ciudad de México, luego regresaba, viajaba y regresaba. Y cuando el disco, que fue la edición normal, hace como año y medio o dos, yo vivía en una ciudad chica y no sabía nada de la industria, por ejemplo no sabía nada de cómo llegar a una entrevista, o cómo llegar a más. Entonces, con esta reversión del disco me vine a vivir a Ciudad de México y empezar de cero, y le quise dar una segunda oportunidad a estas canciones, agregando más canciones nuevas, versiones en vivo y alternativas. Y no sé, siento que es algo bueno, tanto para el disco como para mi carrera.

Ya le habías puesto un título muy potente a tu primer trabajo, Cuando todo se apaga, y lo potenciaste más aún en esta nueva Edición de luz. ¿Cómo se enciende esta luz? Además de la salida industrial, ¿Cuál es el cambio entre una cosa y otra?

Este título me llegó de la nada, yo ni siquiera tenía una canción con ese título todavía, pero quería que el disco se llamara así. Me acuerdo que una vez estaba… no recuerdo dónde estaba realmente, creo que estaba en casa de una amiga y empezamos a platicar, le dije “creo que debería hacer una canción con ese título, Cuando todo se apaga, porque estaría padre tener una canción que le da el nombre al disco”. Entonces primero tuve el título y luego hice la canción que le iba a dar el nombre al disco, que realmente es como la introducción. Es una canción súper cortita que introduce el título y el tema. Siento que es un tema que se va desarrollando durante todo el disco, y creo que es un buen título. 

Sobre tu sencillo Cielo, el primero que sacaste para presentar esta edición, ¿cómo fue escribir esta canción? ¿Cómo supiste que iba a marcar una etapa nueva?

Fue súper orgánico, pero curiosamente esa canción es la más vieja del disco. La escribí creo que hace nueve o diez años, cuando estaba en la universidad. Tenía una banda y era de las primeras canciones que escribía, y no sé por qué esa canción siempre se me quedó. Ya ves que uno escribe canciones y después las supera y dice “bueno, realmente no es tan buena esta canción, creo que la voy a dejar de lado”, pero esa canción siempre se mantuvo. Pasó por muchas versiones y por muchas grabaciones, pero como que no encontraba la versión que a mí me gustara. Hasta que la grabé en enero de este año y me gustó muchísimo. Me encantó la versión y se quedó. No fue para nada planeado, todo fue súper natural.

¿Cómo decidiste las canciones que agregaste a esta edición? Todas las versiones, cambios y variaciones.

Lo decidí junto a Ricardo, mi productor, y también lo decidimos en base a cuáles eran las canciones que más nos habían marcado a nosotros y a las personas, por ejemplo, en los shows en vivo. Uno se da cuenta de qué canciones funcionan y qué canciones no funcionan tanto cuando las presentas en vivo. Siento que fuimos por ese camino para escoger la música.

¿Dirías que tomaste a tu público como un focus group para ver cómo impactaban las canciones?

Sí, eso yo no lo sabía hasta hace poco, que una amiga que también es cantautora me dijo que ella va a open mics a probar canciones nuevas y a ver la reacción de la gente, si les gusta, si funciona. Eso se me hace interesante, para ver cómo conecta la canción con el público, pero también se me hace lindo, cómo las canciones conectan contigo, tu interior y tu forma de pensar. Siento que debería haber un balance entre las canciones. 

¿Cómo es tu relación con el público y los shows en vivo?

Siento que mi experiencia no es súper grande porque el primer show en vivo que di con esas canciones fue en agosto del 2023, ya van a cumplir dos años. Entonces he tenido un show aquí, un show allá, un festival aquí y así, ¿no? Pero realmente siento que he creado una conexión genuina con la gente, y uno lo siente cuando está en el escenario, en un show acústico, en una cafetería o donde sea. Tú sientes cuando hay conexión con el público, y la verdad es que he sentido una conexión muy, muy cálida.

En el último año hiciste distintos tipos de shows, por ejemplo una gira acústica, y también presentaciones en auditorios grandes. Veo mucho contraste entre estas cosas, ¿cómo lo vivís vos, y en qué tipo de show te sentís más cómodo?

Definitivamente me encantan los shows íntimos y acústicos, se siente una atmósfera súper bonita y natural, la gente súper cerquita, yo, mi voz, mi guitarra… definitivamente son mis favoritos, y siento que son los más retadores también. Me he presentado en festivales grandes, y los nervios también son muy grandes, pero ahí lo que siento es como una complicidad con los que están conmigo, con mi banda y con mis amigos músicos, más que nada. Igual el público también es súper importante. Es más difícil mantener esa atención del público en escenarios grandes, pero igual lo disfruto mucho, me encanta.

¿Cómo se sintió tocar en tu ciudad?

Fue algo muy lindo y fue un reto. La verdad es que yo soy muy afortunado porque tengo muchos amigos que me ayudan. No sé si pudiste ver algunas fotitos, pero por ejemplo mi amiga Lorena se dedicó a hacer todo el diseño del escenario, y tengo amigos que pusieron toda la iluminación. Fue un trabajo en equipo súper retador y súper lindo. Fue mi familia, muchos amigos y mucha gente que no conocía. Sentí mucho cariño ese día, y lo sentí muy bonito. Grabamos ese concierto en video, no ha salido pero pronto va a salir.

Qué hermoso e importante que puedas trabajar así con tus amigos. Cambiemos un poco de tema. ¿Qué me podés contar del proceso de tu próximo disco? ¿Es una continuación, o estás buscando un concepto nuevo? ¿Tenés alguna colaboración en mente?

Hace más o menos un mes que empezamos a hacer maquetas y a buscar sonidos. Ya tenemos ahí un par de canciones que van por buen camino. Es un sonido diferente, pero no. O sea, se podría decir que va como por la misma línea, mucha guitarra y patrón rítmico. También es muy emotivo, siento que es un poco más sensible, las letras son más personales y familiares. Estoy contento. Estamos buscando un sonido cálido para este disco, un sonido calientito. Todavía estoy abriendo el panorama de lo que va a ser este disco. Tengo por ahí algunas propuestas para la portada, las fotos que voy a usar. Estamos en un proceso diría que cambiante, puede cambiar en dos semanas, pero estamos metidos en ese proceso.

Tu sonido fusiona muchas cosas, tiene momentos más calmos y con más movimiento. Supongo que mucho de eso lo encontraste vos mismo, pero ¿cuál es el rol que tiene Ricardo Salvador en esto? ¿Te ayuda a encontrar un poco de esto?

Sí, la verdad que sí, Ricardo es una pieza muy importante. En lo que fue el disco Cuando todo se apaga fue súper importante. Imagínate, yo venía saliendo de la universidad, y conocer su forma de trabajar y su forma de creación de canciones fue un aprendizaje súper grande. Él fue mi mentor en ese disco y se lo agradezco muchísimo. Yo ya lo considero mi amigo y ya nos vamos por un cafecito, a chismear y a hablar de música, y siento mucha confianza. Por ejemplo, cuando siento que una canción no está yendo por el camino que yo quisiera, tengo 100% la confianza en decírselo y en comunicárselo. Hay una comunicación muy genuina y muy bonita.

¡Qué lindo! ¿Tenés más planes para este año además de todo lo que ya hablamos? Están el segundo álbum y las presentaciones, pero ¿hay algo más que sientas que está pendiente y a lo que te quieras dedicar?

Este año está lo del disco, que es muy importante para mí. Voy a salir a tocar durante el verano, tengo ahí una girita. Voy a estar en un festival en un pueblo en la sierra de Sonora que se llama Fantastic Fungi, de honguitos. Lo hacen en agosto todos los años, es un festival multicultural, también van chefs a preparar comida con toda la colecta de los honguitos, hay música y hay talleres sobre los honguitos. Está muy interesante el tema, de hecho ahorita estoy viendo una serie que se llama “Efectos Colaterales”, es de honguitos y está padre. También voy a estar en un festival en Puebla el 21 de junio, voy a estar en Jalapa, voy a estar aquí en la Ciudad de México en un lugar que se llama El Cuarto, y tengo otras fechas por confirmar. Tengo una en Los Ángeles en agosto, todavía no me confirman, pero está como en “veremos”, y ahí están saliendo cositas. Por otro lado, en otros planes me gustaría mucho salir a viajar y a tocar fuera del país también. A Sudamérica y a España, me encantaría. Aún estoy viendo posibilidades.

¿Qué has estado escuchando últimamente? ¿Qué te inspira e influye en tu sonido?

Últimamente he estado escuchando un disco de Japanese Breakfast, de hecho, me regalaron este libro ayer por mi cumpleaños, es de la cantante de Japanese Breakfast, Michelle, mira (me muestra su libro Crying in H Mart de Michelle Zauner). Hoy lo empecé a leer. También estoy escuchando mucho un disco que se llama Calico, de Ryan Beatty. Hoy en la mañana escuché el disco uno de Gustavo Cerati que es mi favorito, se llama Bocanada. Mi disco favorito del año pasado se llama Charm (de Clairo), me encantó. Estoy escuchando muchísimas cosas, como el disco Gracias, de José José. 

Por último, ¿qué te gustaría que sienta el público cuando escuche esta reedición de tu primer trabajo?

Cuando escucho música nueva y me atrapa, siento cosas. Me gustaría que sintieran eso con mi música. Cuando escucho algo nuevo y me gusta digo “wow, esta música me encanta”, o “esta voz me encanta”, o “esta melodía me encanta”. Siento como una necesidad de seguir escuchando más, esta curiosidad de saber quién es, qué hace, cómo se llama, a qué se dedica, qué más hace. La última persona con la que me pasó eso fue con esta artista portuguesa, se llama Maro. Escuché su disco, se llama hortelã, y me marcó.  La sigo escuchando y deseo verla en vivo. Es algo inexplicable, algo que uno siente y que no sabes por qué la música te hizo sentir eso, pero es algo que se siente, y quisiera que la gente pueda sentir algo de eso con mi música, sería algo muy bonito.