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My Morning Jacket: “Este álbum es, en cierto modo, el resultado de habernos acercado aún más, de disfrutar la compañía del otro y de estar agradecidos por poder hacer música juntos después de tanto tiempo” [ENTREVISTA]
El décimo álbum de My Morning Jacket, is, es una declaración de unidad y celebración, un reflejo de la banda fortaleciéndose en medio de tiempos confusos.

Por: Gabriela Montiel
Publicado el: 10/04/2025
La banda originaria de Louisville, My Morning Jacket, conformada por Jim James (vocalista/guitarrista), Carl Broemhel (guitarrista), Tom Blanketship (bajista), Patrick Hallahan (baterista) y Bo Koster (tecladista), después de una larga racha de autoproducción decidieron para su álbum is trabajar por primera vez con el experimentado Brendan O’Brien, productor que ha desarrollado y consolidado el sonido del rock estadounidense con artistas como Bruce Springsteen, Aerosmith o Pearl Jam.
is, estilizado en minúsculas y lanzado oficialmente el 21 de marzo, es el décimo trabajo en la gran carrera de la agrupación. Con ese sonido atmosférico y letras que logran crear una ambigüedad misteriosa a través de palabras sencillas, My Morning Jacket presenta una pieza en el que se exalta la simpleza de crear canciones de rock a partir de todos sus elementos convencionales al combinarlo con el juego de las inspiraciones del sonido análogo del pasado. El disco tiene la energía de riff de guitarra energéticos y juguetones en canciones como “Squid Ink” o “Die for It”, pero también hay canciones mucho más sentimentales que arropan en una cadencia de piano como el sencillo “Time Waited”. Por otra parte, la canción “Beginning from the Ending” crea una atmósfera enigmática y expansiva en el que el solo de guitarra nos guía a una conclusión con la cual descubrimos una verdad desconocida.
Pienso que el latido interno de este disco es la reflexión sobre el tiempo, de oportunidades perdidas y las victorias cotidianas en la vida. Precisamente, is es un logro para My Morning Jacket, pues en esta conversación con Patrick Hallahan, nos compartió que este disco fue creado con el deseo de simplemente componer música con tus compañeros de banda, de superar diferencias y aceptar ayuda externa. Quizá is era ese álbum que necesitaba My Morning Jacket para percatarse de la ya consolidada trayectoria que tienen en sus manos.
Para comenzar, podrías compartir el significado del título del álbum, is, el cual es un verbo simple, pero muy poderoso.
-¡Gracias! ¿Cómo puedo explicarlo? is es como la punta de un gran iceberg. Nos tomó mucho tiempo hacer este álbum. De hecho, hicimos un álbum entero y luego lo descartamos porque no estábamos obteniendo lo que necesitábamos. Fue entonces cuando trajimos a Brendan O’Brien, quien es un productor. No habíamos trabajado con un productor externo en los últimos años; él realmente nos ayudó a llegar a la raíz de cada canción, y trabajamos muy bien juntos. Así que, honestamente, este álbum tomó dos años en hacerse y unas dos semanas en grabarse.
Una vez que entramos al estudio, todo fue súper rápido. Fue la primera vez en mucho tiempo que hicimos tanto trabajo previo: antes de llegar al estudio, nos juntábamos, ensayábamos y trabajábamos en las canciones. En los discos anteriores, simplemente entrábamos al estudio y escribíamos las canciones mientras las grabábamos. Eso hizo que este álbum fuera completamente diferente a lo que solemos hacer. Estamos muy emocionados por la energía que nos hizo sentir.
Como banda, estamos más unidos que nunca. Todos estamos en un muy buen estado mental, incluso considerando lo que está pasando en nuestro país en este momento. Así que, como banda, estamos en una misión compartida, completamente alineados. Llevamos tocando juntos desde hace mucho tiempo. Casi nos separamos. Y cuando logras superar dificultades como esa, sales del otro lado mucho más fuerte.
Este álbum es, en cierto modo, el resultado de habernos acercado aún más, de disfrutar la compañía del otro y de estar agradecidos por poder hacer música juntos después de tanto tiempo.
Es muy inspirador lo que estás diciendo, ya que My Morning Jacket es una banda muy querida y mucha gente los aprecia. Es difícil imaginar que estuvieron a punto de separarse, pero el impulso de hacer música es lo que los mantuvo unidos. Igual tener la experiencia de alguien como Brendan O’Brien les brindó una nueva perspectiva a su música.
Sí, es como encontrar un buen terapeuta.
Un terapeuta musical
[Entre risas] Exactamente
Citaré algo que Jim James comentó: “estas canciones fueron compuestas en sesiones exploratorias de escritura”. Entonces, ¿cómo resultaron estas sesiones de composición? ¿Hubo alguna canción que se sintiera particularmente “extraña” o diferente de lo que inicialmente imaginaban para el álbum?
Esa es una gran pregunta. La mayoría del tiempo, él nos envía demos muy básicos, algo como simplemente tararear en su teléfono; luego nosotros construimos a partir de eso. Esta vez, tomó todos esos demos, creo que revisó cerca de 700, y redujo ese número a aproximadamente 150. Como la banda es originaria de una ciudad llamada Louisville, Kentucky— Jim, Tom (el bajista) y yo somos de aquí— comenzamos a revisarlos en un sótano, como en los viejos tiempos. Simplemente empezamos a trabajar en las ideas. Si mostraban potencial, nos enfocábamos en ellas. Si no encajaban, las descartábamos. Y así seguimos con ese proceso.
Cuando hablé con los chicos sobre esto, fue un poco como los talleres de composición de musicales de antes, donde la gente llegaba a las 9 de la mañana y salía a las 5 de la tarde y su único trabajo era escribir canciones. Así sucedió con nosotros; íbamos a la casa de Jim todos los días y simplemente trabajábamos sin parar hasta que lográbamos algo. Era nuestra tarea desarrollar canciones. Ese esfuerzo dio como resultado el enfocarnos mucho más en cada canción para hacer el álbum. En lugar de solo esperar a que llegara la inspiración, trabajamos activamente. Por eso las canciones son más cortas y están más concentradas. Esta vez, el álbum está mucho más orientado en la canción en sí.
Como en el pasado que se enfocaban mucho en esa destreza de componer canciones. Ahora quisiera hablar de la canción “Squid Ink” que abraza la energía de una canción rock convencional, mientras mantiene la profundidad sonora característica de la banda. ¿Cómo equilibraron los elementos crudos del rock con las cualidades atmosféricas que definen su sonido?
Esa es la cuestión. ¿Cómo responder? Por cierto, esa es una muy buena pregunta. Creo que esa fue una canción en la que Jim simplemente tenía un riff. Éramos solo Jim y yo en el sótano el día que esa canción tomó forma. Surgió de manera muy natural. Creo que esa canción ejemplifica muy bien lo que hace a nuestra banda. Podemos ser realmente intensos, ruidosos y rockeros, pero también podemos ser atmosféricos. Esa canción logra combinar ambas facetas en un solo tema. Sinceramente, no creo que haya sido algo intencional, simplemente hacemos lo que hacemos, y esto es lo que sale. Para bien o para mal.
Y es una canción muy energética. Por otra parte, ¿hubo alguna nueva técnica de producción, loops o instrumentos con los que experimentaron en este álbum que los emocionara?
Bueno, el primer sencillo del álbum se llama “Time Waited” y fue construido a partir de un loop. Fue un viejo álbum que Jim escuchó el cual se centraba en el sonido de una guitarra de acero con pedal (pedal steel guitar). Le gustó el inicio que se escuchaba un pequeño interludio de piano. No podía sacárselo de la cabeza y pensó: «Dios, tengo que hacer un loop con esto.» Y a partir de ahí construimos la canción. No solemos trabajar así; fue una técnica totalmente nueva para nosotros, pero terminó inspirando algo de inmediato. Es como cuando introduces algo nuevo en el proceso: a veces despierta mil ideas que ni siquiera planeabas. Eso es básicamente lo que pasó aquí.
Pero, en general, eso pasó con todo el álbum. Siempre hubo algo nuevo. Un pequeño desafío o incluso solamente quitar cosas era un reto. Somos una banda que tendemos a tocar muchas notas, y yo soy un baterista que tocar todos los tambores. No obstante, pienso que quitar elementos fue más inspirador que añadir cosas. Si eso tiene sentido. El verdadero reto fue apartarnos de nuestra propia forma de hacer las cosas, más que agregar trucos o adornos. Se trató más de enfocarnos y estar realmente presentes.
Bien dicen que la simpleza es, a veces, la mejor opción.
Por supuesto. La simplicidad es lo mejor. Todos los grandes chefs dominan cuatro ingredientes a la perfección. Se trata de confianza.
Yo sé que tocas la batería en My Morning Jacket, pero me llamó la atención el sonido de la guitarra, sobre todo en el solo de “Beginning from the Ending”, ya que parecía que éste conducía toda la canción ¿cómo abordaron el tono de la guitarra? De igual forma, puedes contarme sobre la construcción del sonido de la batería.
Estuve presente durante todo el proceso y nos dimos retroalimentación mutuamente. Esa es una de las pocas canciones de las que Jim tenía una maqueta bastante estructurada, ya que la escribió para la banda sonora de una película. Cuando la escuchamos, pensamos: “deberíamos hacer una canción con eso”. Fue más un proceso de construir sobre la atmósfera de la pieza.
Encontrar los tonos de guitarra y de teclado fue clave. Todo giraba en torno a crear una sensación. Cuando logras captar la esencia de una canción en tu mente, entonces empiezas a preguntarte “¿a qué suena esto?” Pasas por distintos sonidos y de repente dices “No, ese no es”. Y de pronto encuentras el indicado. Es como pintar una habitación: pones una franja de color solo para ver si funciona y si lo hace, sigues adelante. Se trata de pintar con sonido.
Los tonos de la guitarra, la escritura de los solos, incluso los cambios de tonalidad. Todo sigue el estado de ánimo de la canción.
Escucha is de My Morning Jacket aquí:
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