Daga Voladora: “Me gustaría que una persona escuchara el proyecto y se sintiera identificada o reconfortada con alguna canción” [ENTREVISTA]

En esta entrevista, Cristina Plaza nos comparte su visión sobre el nuevo álbum, el proceso creativo detrás de “Los Manantiales” y su evolución artística a lo largo de los años.

Daga Voladora es el seudónimo de Cristina Plaza Serrano, compositora y cantante nacida en Madrid, quien es también locutora, actriz, divulgadora cultural, productora, música y autora de fanzines y cómics.

Desde 2016 Daga Voladora no editaba un disco, únicamente presentó un par de singles durante este tiempo. El feliz y esperado regreso de quien nunca se marchó del todo se titula “Los Manantiales”

La evolución de su percepción de la creatividad es evidente en el álbum “Los manantiales”, donde ha adoptado un enfoque más libre y experimental, alejándose de prejuicios y permitiendo que las ideas fluyan de manera natural. Aunque su estilo sigue siendo consistente con trabajos anteriores, ha incorporado mejoras técnicas que suavizan la crudeza de grabaciones previas.

¿Cuál fue el principal motivo para regresar a la música con una apuesta tan grande después de un receso?

En realidad, no he estado tan apartada. A veces, simplemente no se encuentra el momento adecuado para volver a grabar o dedicarle tiempo. Me encantaría poder dedicarme a esto al cien por ciento, pero al ser autogestiva, necesito tener otros empleos y trabajos. Muchas veces, las situaciones de la vida no dejan mucho margen para enfocarse en hacer música.

Tenía un trabajo relacionado con la creatividad, donde sentía que dejaba todo mi esfuerzo y no me quedaba mucho para mí. Pasaron los años sin que encontrara el momento adecuado para centrarme, lo cual es crucial para mí en el proceso creativo, ya que necesito estar enfocada en las canciones.

Durante este tiempo, iba anotando ideas que se me ocurrían, o si leía alguna frase interesante, la transformaba para mis canciones. En estos ocho años, he lanzado un par de sencillos y un cover de otros artistas, pero es un mito pensar que he estado dedicada completamente a la música.

¿Cómo ha evolucionado tu percepción de la creatividad y tu proceso creativo en la música?

Generalmente, rescato ideas o frases de alguna conversación, apunto cosas que me gustan, o se me ocurre una melodía mientras camino por la calle y la grabo en una nota de voz. Así, voy recopilando elementos.

Puede parecer un proceso un poco lento, pues se trata de acumular material. También improviso mucho, ya que confío mucho en el primer impulso. Siempre grabo mi primera experiencia cuando me acerco a un instrumento, y a menudo encuentro algo que me resuena desde el primer momento. De hecho, en el disco hay mucho de estas primeras veces.

¿Consideras que en “Los manantiales” la música significa diferente para ti?

Hay una razón por la que antes no sacaba ni producía este material: no encontraba un hilo conductor alrededor del cual construirlo. Al compartirlo con colegas de la música, solían decirme: “Póntelo a hacer y algo saldrá”.

Para este disco, me dejé llevar un poco más y le di rienda suelta al juego. Tomaba una idea y comenzaba a desarrollarla a partir de lo que había recolectado previamente. Mi enfoque ha sido algo distinto, encontrando similitudes con conceptos como un musical de Broadway o una balada, por ejemplo.

Mi percepción de la música no ha cambiado tanto, sino que me he soltado más y he dejado de lado el prejuicio de pensar “esto no encaja con mi proyecto”. Sin esos prejuicios, me he dejado llevar por lo que realmente resuena en mí, Cristina.

En conjunto, este proyecto recupera ideas diversas, pero hay algo que “encaja” y establece un hilo conductor entre las nueve canciones.

¿Cómo crees que este álbum dialoga con lo que has sacado anteriormente? 

Creo que todos los discos forman parte de un mismo universo, pero siempre hay algo reconocible en ellos, una especie de continuidad que mantiene y evoluciona el estilo.

Los discos anteriores son grabaciones más lo-fi, ya que siempre he grabado en casa de manera analógica, podríamos decir que hasta primitiva. Antes usaba el micrófono de la computadora para grabar con el ordenador, pero en este disco decidí utilizar una tarjeta de sonido para evitar que el ruido ambiental interfiera en la grabación, aunque el proceso sigue siendo muy casero.

La producción casi rudimentaria está muy presente en los discos anteriores, y aunque también aparece en este, se puede decir que está más disimulada. No esperaba un salto radical ni que la diferencia fuera completamente notoria; es lo mismo, pero con detalles que mejoran la calidad.

¿Qué consideras de la autenticidad en la música contemporánea? 

Tengo un pequeño prejuicio con el sonido de ciertas canciones, que a veces parece que todas suenan igual; es como si todos se hubieran comprado al mismo productor (comenta entre risas).

Llevo años creando canciones, y cuando eres más joven, tiendes a imitar cosas que te gustan, algo que también me ha pasado. Inspirarse está bien, pero hacer una copia es otra cosa.

Creo que es importante expresar las cosas tal como tú sabes hacerlo, sin miedo a hablar o expresarte de la manera que te resulta natural, porque nadie puede hacerlo como tú. Cuanto antes te des cuenta de esto, mejor.

Entiendo a quienes buscan sonar más comerciales o accesibles para un público más amplio, aunque esto puede hacer que pierdas algo de personalidad, pero ganarás oyentes. Sin embargo, esto nunca ha sido el impulso de mi proyecto.

¿Crees que la música podría considerarse como una forma de terapia? 

Sí, claro. La música puede llevarte a diferentes estados de ánimo o incluso sacarte de un estado emocional que no tenías planeado. Por ejemplo, puedes escuchar una canción triste que te motive a llorar, o una canción alegre que te haga saltar o moverte.

A través de la música, también puedes expresar cosas que no te atreverías a decir en tu vida cotidiana, ya sea de manera directa u oculta. Pero siempre serás tú quien sepa realmente de qué estás hablando.

Veo la música como algo muy terapéutico y revelador, porque también te ayuda a darte cuenta de cosas. Recientemente, un amigo me comentó que había usado la misma frase en una canción que había dicho hace mucho tiempo y que la rescaté en este álbum. La música puede funcionar como un código de cosas que no siempre notamos.

¿Qué legado esperas tú dejar a través de tu música?

Honestamente, no me planteo mucho el fin último de mi música, pero espero que sea algo positivo.

Tengo el pequeño defecto de hacer las cosas principalmente para mí, sin pensar demasiado en otros fines. Me gustaría que, dentro de 40 años, alguien más se conecte con alguna de mis canciones y que esa música pueda acompañar o pueda identificar a alguien.

Personalmente, no busco trascender ni que mi trabajo sea recordado; aunque ojalá que sí lo sea. Me encantaría que alguien escuchara Daga Voladora y se sintiera identificado o reconfortado con alguna de las canciones.

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