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  • Reseña del álbum: “Space Heavy” de King Krule (2023)

El 2013 fue uno de los años más contundentes respecto a lanzamientos musicales. Dentro del gran conjunto de discos lanzados en esa época, destacó el trabajo de un adolescente Archy Marshall, mejor conocido como King Krule. Su álbum “6 Feet Beneath the Moon” marcó uno de los mejores debuts artísticos de la década pasada; un sonido frío y crudo, pero también increíblemente pulido se movía entre una fusión post-punk, trip-hop y jazz, junto a una fuerte narrativa desplegada en un particular timbre vocal. Bastante ha pasado en 10 años de trayectoria, y “Space Heavy”, su cuarto álbum bajo el alias de King Krule, demuestra que es la voz de una generación. 

‘Flimsier’, un tema minimalista y concentrado en las guitarras introduce el disco. El post-punk crudo de temas como ‘Vidual’ o ‘Easy Easy’ regresa en ‘Pink Shell’, una de las canciones más interesantes que Archy llevaba arrastrando desde el 2017 como demo en bandcamp. ‘Seaforth’, el primer sencillo lanzado, marca el lado más pop del álbum, una canción que contrasta bastante con toda su discografía. ‘Tortoise of Independency’ es una balada bastante delicada que transiciona a ‘Empty Stomach Space Cadet’, que llega a uno de los puntos más altos del disco; instrumentalmente llena de cacofonías y una sensación de claustrofobia adictiva. 

Interludios como ‘Flimsy’, recuerdan mucho a la experiencia en “The OOZ”, un álbum lleno de libertades en su flujo sin perder consistencia. La agresividad de ‘Hamburgerphobia’ recorre la vena de experimentaciones pasadas con el jazz como en “A Lizard State”, de su álbum debut. La sorpresa del álbum llega a ser ‘Seagirl’, una colaboración dream-pop con la cantante estadounidense Raveena, que por momentos recuerda a Cocteau Twins; las voces entrelazadas y el falsetto de la cantante hace del tema una increíble odisea atmosférica, una de las mejores canciones del año. 

La paleta sigue aumentando con ‘Space Heavy’, que empieza siendo un tema de bossa nova y ‘When Vanishing’, un denso pero resolutivo collage instrumental y ambiental que poco a poco va dando lugar al final del disco. El segundo sencillo, ‘If Only It Was Warmth’, tiene arreglos minimalistas y una progresión disolutiva e intrigante hacia el final, ‘Wednesday Overcast’. Uno de los cierres más tensos de toda la discografía junto a un juego de violines increíblemente satisfactorio; si bien es un tema discreto, es probablemente de las mejores canciones para poder culminar un disco. 

King Krule ha vuelto con 15 canciones que resumen su carrera hasta este punto, un viaje de constante madurez y evolución con una libertad creativa admirable. Han sido 10 años de construir un sello único y una identidad musical ambiciosa, conceptualmente desde la producción hasta le ejecución. “Space Heavy” es un disco que exige de los oyentes, pero que recompensa en cada nueva escucha. Uno de los mejores lanzamientos del año y de la década hasta el momento.

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