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  • Reseña del álbum: “Council Skies” de Noel Gallagher’s High Flying Birds (2023)

Año 2023: el Manchester City le calla la boca al mundo entero, más aún a los detractores de su modelo basado en los petrodólares y las tacticas obsesivas del “Pep” Guardiola. A diferencia de su clásico rival, el Manchester United, han conseguido ser líderes en la Premier League destronando al Arsenal que había sido el mejor todo el año, y llegar a su segunda final de Champions League, continuando con esta tendencia dominante con la que han de coronar, por fin, aquella profecía que buscó definir la compra del equipo por los jeques árabes allá por el año 2008: “The past is yours, the future is ours”. Con esto, siendo el fútbol la cosa más importante de las cosas menos importantes, para todo futbolero es claro que si las cosas van de maravilla con tu equipo, también lo irán en tu vida, y esto se manifiesta claramente al oir el Council Skies, el más reciente lanzamiento de Noel Gallagher, hincha acérrimo, loco, enfermo, obsesionado del Manchester City.

Desde que suena el primer acorde, uno siente que se adentra en un bosque de cuento, en una especie de edén celestial, de paraíso prometido en donde todo está bien y nada malo puede ocurrirnos. Noel Gallagher nos invita al disco con una de las voces más dulces que quizás alguna vez nos haya regaldo, y cuando uno empieza a sentirse cómo, alza la voz para que no olvidemos el sonido de la música: con el mantra “Keep dancing to the sound of the music” nos prepara para uno de los coros más épicos y estribillos más pegajosos de su amplio repertorio. ‘I’m Not Giving Up Tonight’ es un hit de rock para estadios llenos, de esos temas que de acá a unos años, sea en vivo, o en lo más íntimo nuestra habitación, estaremos coreando a todo pulmón, hasta raspar la voz.

La versatilidad de Noel Gallagher se manifiesta de forma muy temprana en el album. ‘I’m Not Giving Up Tonight’ nace de las influencias folk y blueseras de Noel, sobre todo en el coro y los sutiles arreglos de guitarras que la adornan. En ‘Pretty Boy’ nos sorprende empezando con una base de percusión electrónica a la que se le añaden capas de teclado y una guitarra acústica para colorear el andar decidido de la canción, su voz melancólica nos conduce por la historia de una “chica como yo, y un chico como tú” que se necesitan tremendamente, independientemente de la inmensidad del mundo, la rapidez de los días y de lo pequeños que puedan ser en comparación a todo lo que nos rodea. La canción se crece, se hace potente y decorada por ratos con matices sutiles de psicodelia gracias a los instrumentalistas de The High Flying Birds, dando como resultado una sensación de estar escuchando clásicos de Tom Petty mezclados con los arreglos de MGMT en su disco “Congratulations”.

La transición entre ‘Dead To The World’‘Open The Door, See What You Find’ y ‘Trying To Find A World That’s Been and Gone’ es perfecta, y no solo musicalmente ya que al recorrer estas tres canciones Noel Gallagher nos conduce desde el pesimismo que cualquier persona cargaría cuando siente que el amor no es suficiente. Pasar de estar muerto para el mundo, para la persona a la que le escribirías una canción y aún así esta le cambiaría toda la letra, hacia una luz de esperanza, a esa puerta al final del camino que reza que la vida siempre puede empezar otra vez: abre la puerta y mira qué encuentras. Así desembocamos en ‘Open The Door, See What You Find’, que podría ser tranquilamente el gran hit del disco. Guitarras y batería abrazadas por violines y vientos potentes, Noel ha construido un muro de sonido épico, enorme, los que te ponen la piel de gallina. Junto con ‘Trying to Find a World That’s Been and Gone’ son dos temas de britpop noventero/madchester realizados en el 2023 que tranquilamente podrían ser parte de los grandes discos de Oasis, incluso figurar en el primer álbum de The Stone Roses, el de los limones verdes, tremendo clásico de clásicos en la escena británica.

Si actualmente se consumiera música a través de la compra de discos de vinilo, sin duda ‘Easy Now’ sería la mejor elección para iniciar la escucha del Lado B (lado Beatles, desde aquí la influencia es innegable). No es casualidad que esté ubicada exactamente en la mitad de las canciones del disco. Hemos llegado a un punto en el que la genialidad del compositor ha llegado a un punto elevadísimo, está a tope, cada canción que va llegando se presenta con versos cautelosos y coros pegajosos que terminan reventando en el alma, de esos que uno retrocede y vuelve a repetir una y una vez cuando se escucha musica desde el celular o cualquiera de nuestros aparatos. El track que le da nombre al álbum es una canción de amor para bailar e imaginar que estás en un videoclip mientras la escuchas andando por la calle. “Life is unpredictable, you can win or lose it all. Underneath the council sky, I found you”. La esencia del disco en una frase. Los cielos del consuelo aplacan el sentimiento de incertidumbre sobre el porvenir de nuestras vida: se puede tocar fondo o abandonarse pensando en lo que fue y en lo pudo ser pero no fue (“Might drink to better days”), se le puede atribuir la hazaña a la magia y en la atracción al manifestar (“’Cause I believe in magical, I’m dedicated to it on”), o puede llegar la persona que cambia la trayectoria (“Underneath the counsil sky I found you”), pero el consuelo siempre encuentra al tener la seguridad de que siempre se puede empezar de nuevo. El cielo es infinito, y los nuevos comienzos también lo son en tanto se tenga vida. Una vez más, no es casualidad que estemos a la mitad del disco: estamos en el corazón.

Se dice que se puede confiar más en la persona que puede permitirse un exceso de vez en cuando, de la que no lo debe hacer jamás porque esta última es la que alguna vez llegó a perder el control sobre sí. Que Noel Gallagher se encuentre bien (mejor que nunca, quizás en parte, por lo antes expuesto sobre el Manchester City) no implica que haya dejado el consumo de sustancias de una vez por todas ya que, como él mismo contó para la columna Bizarre del medio inglés The Sun: “Entré a MedMen, la tienda que vende hierba, y compré un montón de hierba, y escribí una maldita locura náutica para esta canción. […] Terminó dentro del álbum, es jodidamente genial.” Noel está hablando de ‘There She Blows’. La referencia a lo náutico viene de que en el cuarto de hotel en donde se estaba hospedando había un libro, era “Moby Dick” de Herman Melville; y la referencia a la maldita locura viene de que él mismo admite que no tiene idea sobre a qué va la canción, simplemente lo inspiró el sentimiento marítimo inducido por la lectura de la historia de venganza protagonizada por el Capitán Ahab y la ballena gigante; y, por supuesto, el uso de sustancias.

‘Love Is A Rich Man’ es un de los temas más alegres del disco, otro más que tranquilamente pudo haber sido publicado en los 90’s, britpop, madchester puro y duro (una vez más, mención especial a The Stone Roses). La segunda juventud a la que se llega cuando se está por la mitad de la vida (54/100 años para Noel) es representada por la felicidad y nostalgia por el mismo sonido que emana canción por los poros, influenciada por bandas escuchadas durante toda una vida y evocando recuerdos de décadas que ya quedaron atrás y hoy son solamente ya un hermoso recuerdo.

El final del disco es como el colofón de la vida de alguien que vivió como quiso y pudo tener la dicha de sentir que está llevándose un final feliz a la eternidad. En ‘Think Of A Number’ Noel nos prepara para el momento de decir adiós, independientemente del número, o de tu nombre, todo se termina. “Right Now People Are Dancing, But The World Slips Away”. Sin embargo, qué es un final si no es la celebración de todo el recorrido, es decir, de una vida. ‘We’re Gonna Get There In The End’ es una melodía pop que recuerda por momentos a las mejores momentos de “The Masterplan”. Arreglos de vientos elevadísimos, cantos para celebrar la totalidad de las cosas buenas que se generaron y cultivaron durante todo el trayecto, celebrar la capacidad de siempre seguir adelante, de haber llegado hasta donde se está en este momento: el final. “Council Skies” termina de la misma manera en que empieza, el álbum completa un círculo perfecto como una metáfora de lo que ha de ser la vida misma: llegamos por todo lo alto, y nos vamos igual, en un concierto de aclamaciones, admiraciones y reconocimientos. De igual manera, volviendo a lo concreto, es probable que esto mismo es lo que se venga para Noel Gallagher pues al lanzar este, su más reciente trabajo, cada concierto de la gira será justamente lo que es este nuevo álbum, la celebración de la vida y la obra de una leyenda que sigue por aquí y que está más vigente que nunca.

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