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  • Álbum “The Crux” (2025) de Djo [RESEÑA]

A inicios de 2024, a DJO le sucedió una de esas cosas que la gente suele llamar “un golpe de suerte”: ‘End of Beginning’, un track que, a primera instancia, no fue uno de los singles de su segundo álbum, Decide (2022), se hizo viral en las redes sociales por una sencilla razón: evocar la nostalgia, un sentimiento recurrente en esta era tan digital. Tal vez por ello el renacimiento del iPod y las cámaras digitales, que buscan recordar “los buenos tiempos” antes de dejarlos ir.

A veces, la nostalgia también se encuentra con esa sensación de estar en una encrucijada, en la que echamos la vista atrás y cuestionamos nuestras decisiones: ¿hicimos bien? ¿Cómo llegamos hasta aquí? Si fuera posible, ¿volveríamos a vivir las experiencias que nos llevaron hasta este punto de nuestras vidas?

The Crux, el tercer álbum de estudio de DJO, narra, de una manera no tan lineal (como la vida misma), pero musicalmente cohesiva, ese estado emocional de estar en una encrucijada: la ansiedad del futuro, la nostalgia de lo que pudo ser y el eterno recordatorio de cumplir con las expectativas que suele imponer la vida, o mejor dicho, nosotros mismos.

A través de 12 tracks, Joe vuelve a los sintetizadores, que aportan profundidad a temas como ‘Basic Being Basic’ o ‘Lonesome Is a State of Mind’. Sin embargo, definitivamente la estrella en muchas de las canciones es la guitarra acústica, que brilla en temas como ‘Potion’ o ‘Fly’, los cuales rememoran la fragilidad de las emociones como el amor, donde las influencias de Fleetwood Mac y George Harrison son notorias. Pero donde son más evidentes las influencias de The Beatles (y tal vez un guiño a ‘Penny Lane’ y ‘Yellow Submarine’) es en Charlie’s Garden, canción que, en colaboración con su compañero de la serie Stranger Things, Charlie Heaton, alude a la necesidad de quedarnos en nuestro lugar de confort antes de seguir afrontando nuestra vida.

Por otro lado, canciones como ‘Delete Ya’, en las que Joe hace alusión al duelo ambiguo usando metáforas de estos tiempos tan digitales, como “eliminar a alguien” (como en las redes sociales, por ejemplo), presentan sonidos más ochenteros. Desde The Police hasta toques de Tame Impala, en ‘Egg’, Joe enriquece más la experiencia auditiva de la audiencia, complementando con una lírica sin tapujos y recordándonos que la belleza del día a día muchas veces se encuentra en lo ordinario, y en ser conscientes de sentir nuestras emociones. Porque, al final, la vida es demasiado corta como para quedarte en historias con puntos suspensivos.

Apreciación:

Después de 3 años, y luego del éxito global de ‘End of Beginning’, Joe Keery saca a la luz su tercer álbum bajo su proyecto musical “DJO”, en donde nos recuerda la belleza de las cosas ordinarias, y de las personas que no dejarán de estar a tu lado.

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