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Colectivo Waykicha: “Nuestra simbolización del mundo es este disco. Es nuestra manera de decir que estamos sobre esta tierra y estamos andando”
El cuarteto presenta su más reciente álbum “Sobre la tierra, en el mundo andando”, en el que retratan las cuatro estaciones en relación al ciclo de la vida.
Por: Angie Hinostroza
Publicado el: 07/04/2023
Colectivo Waykicha es un cuarteto musical integrado por Christian Muñoz, Mateo Ledgard, Daniel Romero y Karina Castillo. Con influencias que van desde la música andina hasta la música clásica y la música experimental, su música representa la riqueza y la diversidad de la cultura peruana.
José María Arguedas escribió: “Los hombres del Perú, desde su origen, han compuesto música, oyéndola, viéndola cruzar el espacio, bajo las montañas y las nubes, que en ninguna otra región del mundo son tan extremadas”, una cita que refleja la profunda conexión entre la música y la naturaleza en el Perú, y que en Colectivo Waykicha se refleja en su más reciente álbum “Sobre la tierra, en el mundo andando”.
En Worked Music, conversamos con Mateo Ledgard, Daniel Romero y Karina Castillo sobre la trayectoria musical del grupo, su proceso creativo y cómo han logrado consolidar su propuesta musical.
Se conocieron en la Universidad de Música, ¿podrían contarnos de qué manera o cómo se dio este encuentro entre los tres?
Daniel Romero: Yo soy profesor del conservatorio. Tengo una clase de guitarra clásica ahí. Primero conocí a Cristian, que no está ahora presente, como alumno de la institución´; él era estudiante de saxofón en el conservatorio. A Mateo lo conocí en el 2017, ingresó a mi clase y nos hicimos amigos casi inmediatamente.
Tenemos muchas cosas en común más allá de lo que tenía que ver con la clase de guitarra clásica y de lo que la institución tiene como propuesta pedagógica. Eso hizo que rápidamente nos volvamos amigos.
¿Y en qué momento se integra Kari a la banda y de qué manera se suma?
Karina Castillo: Todo surge a partir de la colaboración entre Colectivo Waykicha y yo con ‘Veremos el río’, canción escrita por Mateo y que trabajamos en pandemia. Con el paso del tiempo, y de la pandemia, vinieron los conciertos en vivo y Colectivo Waykicha me invitó a cantar con ellos en vivo ya que en algunas de sus canciones tienen colaboraciones, como con Camile Jackson, quien ahora mismo no se encuentra en Lima.
De esta manera mi participación fue mucho más activa, cantando con ellos en vivo hasta que finalmente se llegó al acuerdo de que participaría en las siguientes publicaciones. Entonces, empezamos a juntarnos para componer, sobre todo Mateo, Daniel y yo, porque Cristian estuvo viviendo en Cusco.
De acuerdo a su biografía, tienen influencias de la música clásica y también optan por experimentar con distintos ritmos, en ese sentido, ¿cuáles son las principales influencias musicales de la banda?
Mateo Ledgard: Es una pregunta que cuesta mucho responder, porque tenemos muchas influencias. Aunque más que las influencias en sí de, por ejemplo, un artista o varios artistas que nos gusten, también tenemos la del bagaje de venir de la escuela (Universidad Nacional de Música), de la formación en música clásica, de escucharla y amarla, y de aprender a tocar nuestros instrumentos desde el aprendizaje de música clásica, que es muy importante en este caso. Eso, sumado a nuestros intereses tanto musicales como artísticos, intelectuales y de cualquier otro tipo en el momento guía la manera en que vamos creando la música.
Daniel Romero: Las influencias para nosotros siempre van más allá de lo musical. Como bien ha dicho Mateo, viene de nosotros. Vemos el arte como un campo de diálogo con todo lo que está rodeándonos en el momento dado. Entonces, no nos circunscribimos a lo que escuchamos, sino a todo lo que consumimos estéticamente, sean libros, poemas, películas, música, teatro, danza, … Lo que nos gusta consumir también es parte de nuestras influencias y luego las procesamos.
¿Cómo incorporan estas influencias en su música?
Mateo Ledgard: Muchas veces decidimos tener un esquema conceptual, como fueron las cuatro estaciones en este disco. En base a este esquema creamos las composiciones y vamos interrelacionando las composiciones, que muchas veces parten de una base instrumental que tiene que ver con la manera en la que tocamos la guitarra, que viene de la guitarra clásica. Entonces, muchas veces Daniel y yo tenemos una base de guitarra sobre la cual componemos una melodía y de repente una letra y más instrumentos, o simplemente melodía, armonía y elementos de producción.
En resumen, lo que hacemos es a tomar distintas influencias que tenemos y las enmarcamos en el contexto de música que ya venimos haciendo, que es música instrumental que tiene mucho desarrollo. Buscamos siempre que la música crezca y que se sienta como música que acompañe algo más.
Daniel Romero: Considero que el haber tenido una formación clásica, de tener contacto con una tradición que tiene cientos de años de desarrollo y de lenguajes diversos dentro de la misma, hace que también hayamos desarrollado ciertas técnicas a través de la cuales podemos tocar el instrumento como nosotros lo tocamos, hace que procesemos toda esa información de una manera particular que no podría ser si no tuviésemos ese bagaje de la música clásica.
En relación a sus influencias, la música andina y los elementos folclóricos también son parte de su música. ¿Qué significa para ustedes la música andina y qué representa en su música?
Daniel Romero: Personalmente he tenido a la música andina como bagaje en casa. Mi papá, mis tíos tocan música andina y la cantan. Mi papá, también, habla quechua. Entonces, para mí es algo cercano. Sin embargo, no puedo decir yo, ni pretendo — en el buen sentido — hacer música andina nueva. Yo simplemente estoy haciendo música y de la misma manera que me “apropio” de diversos lenguajes que encuentro a mi alcance, que luego proceso con mi subjetividad, es de la misma manera en la que tomo la música andina.
Karina Castillo: No he tenido una relación cercana con la música andina hasta que crecí. Mi primer acercamiento con la misma ha sido debido a mi participación en una fiesta patronal en Chaclacayo, donde vivo, en la fiesta de la Cruz de Rashuillca, festividad celebrada por una comunidad ayacuchana en el cerro de Huampaní. En aquella oportunidad junto a mi amiga Aura y algunos otros artistas, cantamos algunos huaynos vestidas de vírgenes para acompañar la procesión de la Cruz. Luego, en la universidad, he conocido personas que les gusta la música andina y he llegado a interpretar un huaylia en vivo junto a Colectivo Waykicha.
Me encanta la música andina, me encanta todo tipo de música que pueda encontrar dentro del país y me parece fascinante e interesante. Y vale la pena mucho estudiarla y ver de qué manera se puede integrar a mí, a mi vida y a mi arte.
Mateo Ledgard: Me encanta lo que respondieron Daniel y Kari. Son respuestas muy bonitas, profundas y personales. La tradición musical andina es muy rica y muy linda, increíble; es algo con lo que yo he tenido acercamiento, al igual que Kari, ya después. Y personalmente, quiero agregar esto sin que se tome de la manera incorrecta, pero creo que lo que nosotros hacemos como en equipo en general, si bien de vez en cuando dialoga con la tradición musical andina, no se centra en eso. Creo que hay como instancias de referencia a la música andina y la cultura musical andina que son importantes en nuestra música; sin embargo, al mismo tiempo yo creo que lo que en verdad inspira más y está impregnado en lo que hacemos, en especial en este segundo disco, es una apreciación por la geografía, por la naturaleza y por el paisaje.
Y como decía Daniel, se trata de nosotros apropiándonos del lenguaje que tenemos a nuestro alrededor, sin pretender hacer la nueva versión de lo andino Por supuesto, no todo lo que nos interesa es realmente revivir o reinterpretar o resignificar los géneros que han nacido o desarrollado en nuestro país, más bien utilizar los lenguajes musicales que tenemos a nuestro alcance y que nos interesan para representar lo que buscamos representar.
¿Qué mensaje esperan transmitir con su música y qué papel creen que tiene esta en la sociedad actual?
Daniel Romero: Me parece que el hecho de que nosotros podamos crear algo, una obra que pueda hacer que la gente se acerque a las cosas, que mire con nuevos ojos, que lo disfrute es la razón de ser en nuestra creación.
Nos consideramos artistas justamente porque queremos crear esos espacios donde se pueda seguir simbolizando, donde se pueda discutir, donde se pueda gozar.
Karina Castillo: Solo agregar que el nombre de la banda es Colectivo Waykicha y queremos transmitir eso, que somos un colectivo que siempre van a llegar nuevos artistas que van a estar participando con nosotros. Es como un proyecto multimedia. Este proyecto nos permite poder expresarnos, poder expresar todo lo que hemos ido recogiendo a nuestro alrededor, todos los estímulos y todo el arte y todas las conversaciones y los textos y los estudios que llevamos.
Ha sido toda una experiencia sensorial, la primera vez que lo escuché se sintió como en una película o radionovela. Me cautivó a primera escucha. ¿Cómo fue el proceso de este segundo álbum?
Mateo Ledgard: Bueno, eso para mí es algo súper importante. Este disco casi todos son samples, o sea, son sonidos de distintas fuentes. Para mí personalmente ha sido súper interesante aprender a producir música utilizando sonidos de la naturaleza porque creo que son sonidos que sirven muy bien como elementos musicales dentro de una composición y al mismo tiempo te transportan efectivamente a los lugares que queríamos evocar.
Nosotros queríamos evocar esos espacios de naturaleza, pero también el paso del tiempo y la transición de un lugar a otro. En el disco se supone que se retratan las cuatro estaciones, donde en cada estación está más presente un elemento. Y creo que el uso de los sonidos de naturaleza es muy importante para lograr generar ese efecto del paso del tiempo, del espacio, del río. Queríamos que se sienta como un distinto paisaje y un distinto espacio. Entonces, no solamente son sonidos utilizados para generar ambientes, sino muchas veces tienen roles más activos en el ritmo. Por ejemplo, sirven como baterías y para mí era súper importante poder lograr esa relación simbiótica entre instrumentos musicales y lo que son los instrumentos musicales de la naturaleza.
En relación a lo que menciona Mateo, ¿cómo lograron amplificar esos sonidos de la naturaleza en el proceso de este segundo álbum?
Mateo Ledgard: No hay mucha diferencia. La única diferencia es que no podemos tocar esos sonidos. Pero ahora que tenemos la posibilidad de producir en la computadora y modificarlos, para mí es súper emocionante estar en esta época en la que se pueden utilizar todos estos sonidos. Antes simplemente no sé, estaba muy alejado de nuestro alcance, de nuestro tacto y ahora los podemos utilizarlos en composiciones. Me parece increíble.
Si uno presta atención y escucha con detenimiento, podemos percibir sonidos como el de las olas del mar, el río siguiendo su cause, la lluvia, las hojas e incluso la leña consumiéndose. ¿Cómo lograron esos sonidos? ¿Fueron construidos o los grabaron?
Karina Castillo: Mateo se ha pasado todo el año pasado grabando momentos de la naturaleza.
Mateo Ledgard: Y todos los sonidos los hemos sacado de distintas fuentes, claro. Lo que capto en un micrófono no es lo que tú escuchas, lo que capta el micrófono es cualquier otra cosa y lo que se puede hacer en postproducción con esos sonidos es increíble. Hay un montón de frecuencias en esos sonidos, puedes aislar las frecuencias que quieres usar y ponerlas en tu composición de manera creativa.
Nosotros no queríamos que se sienta como que estás escuchando la canción en un parlante en la playa. El punto era que el mar era sea parte de la producción, por ejemplo, como el mar, que lo hemos grabado con un micrófono en una playa que tiene como una caleta con barrancos y que genera una amplificación acústica natural fuerte y creo que eso se siente en la canción de ‘Veremos el río’ para expresar ese sentimiento grande de llegar a la meta.
En este nuevo álbum, la naturaleza es el personaje principal por lo que podemos sentir su presencia inmediata. ¿Cuál es la relación que tienen con ella y cómo influye en su música?
Daniel Romero: Quisiera comenzar citando a Arguedas, no tengo tan buena memoria como para decirlo exactamente, pero la paráfrasis los hombres del antiguo Perú han compuesto la música mirándola pasar bajo las estrellas cayendo en las cascadas, oyéndola en el viento. Creo que eso retrata bien cómo nosotros nos hemos acercado por nuestra propia subjetividad a la música. Me parece que la naturaleza está ahí, de manera consciente y también de manera inconsciente. No se puede explicar todo, no podemos decir todo lo que nos influye, ni podemos saber todo lo que hacemos. Hay ciertas cosas de las cuales somos conscientes y tantas otras de las cuales ni idea, pero ahí están. Y felizmente existe el arte para que pueda leer ese espacio.
Mateo Ledgard: Hay algo intuitivamente muy fuerte para mí, al menos cuando pienso en ir a lugares alejados de la ciudad, de los centros urbanos, siempre me siento muy inspirado cuando veo ríos, cascada, montañas … para mí es algo muy estimulante. Y, por lo tanto, yo y todos creo, terminamos escribiendo sobre eso en nuestras canciones. Simplemente es muy impresionante estar frente a un monumento natural que es mucho más grande que tú. Y toda esta idea de sobre la tierra en el mundo andando, que tiene un origen concreto en la familia de Daniel, también representa la idea de estar en el mundo, no de ser en el mundo. Y eso es … lo central, la experiencia de ser un humano y estar vivo. Entonces me parece súper lindo hablar de eso directamente.
Daniel, coméntanos acerca de lo mencionado por Mateo, ¿cómo nace el nombre del álbum en tu familia?
Daniel Romero: Antes de contar la anécdota, se me vino a la mente cuando planeamos el concepto de las cuatro estaciones es, como dijo Kari antes, una especie de cauce en el cual, simplemente por gravedad, que lo que experimentas en la vida llega a él, va juntando las experiencias en ese cauce y crea un río que va fluyendo. En ese sentido es que el nombre vino. Casi al final cuando teníamos todo listo, Cristian entrevistó a mi abuelita porque le gustaba su voz. Luego hizo una composición utilizando la voz de mi abuelita, pero también descomponiendo y recomponiendo las frases.
Y en esa entrevista ella comentaba sobre cómo respondía su hermano mayor cuando le preguntaban los policías “¿dónde está tu padre?” Su padre, recuerdo, por lo que me ha contado, era un fugitivo político. Tenía gente que lo buscaba. No sé realmente por qué, pero la respuesta que daba a su hermano mayor, cuando los policías casi que lo torturaban, decía “Está sobre la tierra, en el mundo, andando”. Entonces nos pareció que era muy potente, como idea. Y en ese momento es que hicimos el clic de esto que ha dicho Mateo después, de que el disco parte de esta pregunta de “¿quiénes somos?, ¿qué hacemos en este mundo?, ¿qué hacemos en esta tierra?, ¿cuál es nuestro lugar?” Es una frase que luego cobró el sentido que tiene para nosotros ahora. Ese el nombre de nuestro disco porque articula justamente en una frase todo lo que estamos proponiendo. Es nuestra manera de decir que estamos sobre esta tierra y estamos andando y estamos viviendo y que nuestra producción, nuestra simbolización del mundo es este disco.
Es perfecta en realidad. Continuando con el álbum, algo muy presente también es la presencia de la música clásica. ¿Cómo describirían la presencia de la música clásica en su álbum? ¿Cómo mezclaron la música clásica con las técnicas de producción contemporáneas en su álbum?
Mateo Ledgard: Es más un acercamiento que una mezcla. La música clásica es más una tradición, como decía Daniel, de cientos de años, que incluye muchísimos géneros y muchísimos ritmos y muchísimos estilos. Entonces yo creo que más que ser nuestra influencia, viene de ser haber sido educados en esa tradición y entender la música mucho en relación a su desarrollo y no tanto como una pieza que existe. Toda la música tiene eso. No somos los únicos que tiene su influencia, pero creo que siempre buscamos el clímax y las dinámicas y crecer y bajar. En fin, no es tanto como un intento consciente de agregar música clásica a las cosas, es más bien de dónde partimos.
Las canciones que interpretan junto a Camille Jackson, Amaru y Karina Castillo tienen impregnado el estilo musical de cada uno de ellos, ¿fue algo contemplado desde el inicio o es que la canción cambió hacia el estilo de ellas? O sea, ¿hicieron las canciones pensando en el estilo de sus colaboradoras?
Daniel Romero: Creo que sería interesante saber desde la perspectiva de Karina la colaboración. Yo solo quisiera mencionar que el nombre de colectivo y el concepto de serlo tiene su fundamento en la colaboración con artistas de diferentes artes. Realmente no se me viene a la mente un arte que no nos interese y con el que no quisiéramos trabajar.
Adicional a eso, en mi caso, puedo comentar que yo no sé cantar, pero igualmente quería componer una canción que se cante. Cuando compuse la canción en la que participa Camille, estaba pensando en su voz y en los recursos que ella tiene, su timbre y su voz como instrumento. Y de igual forma con la canción de Amaru.
Karina Castillo: Mateo me mostró la canción ‘Veremos el río’ desde que la empezó a componer. Me mandó un demo del piano.
La canción es preciosa y la amo porque no solamente es una canción que Mateo ha compuesto para el colectivo, sino que es una canción que significa mi relación con él y mi relación con Daniel y Cristian. Siento que cuando haces una colaboración con un artista, que tú has compuesto una canción y el artista va a reinterpretar la canción con su voz, es súper bonito porque son interiorizados su contexto y su pasado.
Cuando tú haces una canción en tu mente, existe de una manera muy distinta a como existe en la mente de las personas que la escuchan y no la han creado. Entonces, al menos yo todo este tiempo antes de que saliera, yo sentía que era una canción súper extraña y que iba a ser difícil de asimilar, a pesar de que me parece hermosa y es como de las mejores cosas que hemos hecho juntos.
Recuerdo la producción de esa producción también fue muy valiosa para mí, porque Mateo me guió mucho en las armonías y las voces que se unen en varios momentos de la canción. Yo nunca había probado ese tipo de armonías. y eso fue para mí una locura. O sea, todo fue muy nuevo y fue como estar mejorando en mi instrumento gracias a lo que me proponía.
Con “Alter” rompen el esquema del álbum, y no de mala manera, si no hay un giro electro-pop. Desde su percepción, ¿Cómo crearon alter? Cuénteme un del proceso de esta canción.
Mateo Ledgard: Es una canción escrita por Cristian. La canción final es una nueva versión del masterizado, que ha Cristian no le gustaba. Tomó como un año y medio para rehacerla junto a Javi, amigo nuestro que también es músico. Hicieron una producción distinta. Ese giro que le dio Cristian ha sido importante para refrescar el disco.
Daniel Romero: No podría decir que rompe el esquema, porque busca más bien dialogar con la diversidad. Simplemente es una de las propuestas estéticas que propone el disco.
¿Cómo ha sido su experiencia como músicos en Perú y cómo ven el panorama musical en el país?
Mateo Ledgard: Hay mucho que decir, en verdad. Obviamente hay muchos problemas, pero, además de eso, están saliendo propuestas chéveres de algunas personas y esperamos ser parte de ello. Sería bueno que se puedan difundir un poco más de alguna manera, pero si hacemos lo que se puede.
Karina Castillo: Me parece que tenemos mucho que aportar en toda esta oscuridad de la de la industria musical peruana y toda esta escena. Más bien nosotros estamos enfocados en encontrar un medio de expresión y es un espacio seguro para nosotros. Entonces, me alegra que un proyecto como Colectivo Waykicha pueda convivir al lado de tantos otros proyectos en una industria como la que tenemos ahora.
También, me hizo pensar en esta frase de “más vale prender una antorcha que maldecir la oscuridad” y yo estoy contenta de estar aquí con este proyecto prendiendo esta antorcha.
Daniel Romero: Pienso que es un tema bastante amplio para discutir. Por un lado, estamos un poco obligados a estar en un lugar en donde solo puedes prender una antorcha. Y el problema en todo caso es que a veces se romantiza el hecho de prender esa antorcha, ¿no es así? No hay manera de que nosotros no prendamos la nuestra, la prendemos y la vamos a seguir manteniéndola prendida. Pero no hay que olvidar de que muchas veces se romántica eso, romantizar el hecho de que hay una situación precaria para las artes.
Lo que hacemos es un trabajo que hacemos a conciencia, es un trabajo no alienante, donde no solo ponemos nuestra mano de obra, sino ponemos nuestro intelecto, nuestras emociones, nuestra creatividad.
¿Qué planes tienen a futuro con respecto a su música y su carrera? ¿Tienen algún proyecto en mente que puedan compartir con nosotros?
Daniel Romero: Bueno, voy a decir una cosa que es un pendiente que estamos buscando activamente y también esperando un poco como la oportunidad. Queremos hacer música para películas. Tenemos ya un tercer disco en camino que está bastante avanzado y también tenemos lanzamientos de proyectos individuales.
Karina Castillo: Nuestros proyectos van a seguir estando moviéndose. Estamos trabajando en eso y se viene el siguiente disco y aparte hemos estado haciendo otras cosas.
Mateo Ledgard: Tenemos como cuatro discos en el horno, pero hay uno que ya está bien avanzado y que tiene cosas que ya han escuchado.
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