Barrio Calavera: “No hay una fórmula, sino una exploración constante de sonidos y emociones” [ENTREVISTA]

Barrio Calavera lanza Loco Corazón, un álbum que refleja su diversidad musical y su compromiso social, con colaboraciones de destacados artistas nacionales e internacionales. Su música, presente en la serie Al Fondo Hay Sitio y en la telenovela Nina de Azúcar de América TV, sigue ganando seguidores y demostrando que no hay límites para su creatividad.

Barrio Calavera, la icónica banda peruana de fusión, regresa con una nueva propuesta musical tras varios años sin lanzar material inédito. Su esperado álbum, Loco Corazón, no solo refleja su evolución como banda, sino también su identidad musical diversa, que abarca géneros como la cumbia, el ska, el bolero y la música urbana. Con colaboraciones que incluyen a artistas de la talla de Erick Elera, Wendy Sulca, La Pegatina, Rapper School y otros, Loco Corazón se posiciona como un disco ambicioso, tanto en su concepto como en su producción.

El proceso de creación de este álbum fue impulsado por un deseo genuino de la banda de seguir su propio camino artístico, sin ajustarse a las reglas impuestas por la industria musical. La banda ha apostado por un disco completo, un gesto que va en contra de la tendencia actual de lanzar sencillos. Según sus miembros, este proyecto surgió de una necesidad visceral de compartir lo que realmente sienten y, sobre todo, de ser honestos con su audiencia. 

El álbum también es notable por la fusión de géneros y el sincretismo musical que caracteriza a Barrio Calavera, lo que se refleja en su enfoque experimental y diverso. Desde la cumbia villera hasta el reggae y el bolero con hip hop, Loco Corazón es un viaje sonoro lleno de sorpresas, que no solo explora el amor y el desamor, sino que también ofrece una crítica social a través de canciones como ‘Aquí no baila el Presidente’ y ‘Ritmo Callejero’.

En una reciente entrevista, los miembros de la banda —Pablo Begazo (guitarra) y Mijail Palacios (batería y timbales)— nos compartieron detalles sobre su proceso creativo y su enfoque hacia la música, resaltando la importancia de hacer lo que les apasiona sin preocuparse por las expectativas externas. Además, su compromiso con causas sociales ha sido una constante a lo largo de su carrera, reflejado tanto en sus canciones como en su participación en festivales y eventos benéficos.

El lanzamiento de Loco Corazón marca un nuevo capítulo en la trayectoria de Barrio Calavera, una banda que continúa demostrando su autenticidad y su capacidad para fusionar sonidos y culturas, mientras mantiene su compromiso con la realidad social y el arte. Con un futuro lleno de presentaciones en vivo y nuevas sorpresas, los fanáticos de la banda pueden esperar mucho más de esta agrupación, que sigue rompiendo esquemas y llevando su música a nuevas fronteras. Loco Corazón también promete entretenerte, y suena en la serie Al Fondo Hay Sitio y en la telenovela Nina de Azúcar, ambas transmitidas por América TV.

Con respecto a este nuevo álbum, ¿qué los motivó a lanzar un álbum completo después de haber sacado varios sencillos? ¿Qué los llevó a tomar esa decisión?

Pablo: La motivación fue, en primer lugar, las ganas de crear. La banda siempre ha tenido un espíritu muy independiente. Si bien hoy en día la tendencia es lanzar sencillos para mantener la relevancia en los algoritmos de la industria, a nosotros no nos importó mucho seguir esa regla. Al final, entre tantos números y tanto contenido, a veces olvidamos que la música es arte, y una expresión artística es precisamente lanzar un disco. No desmerezco los sencillos, porque sacar uno tras otro es un esfuerzo enorme, pero nuestra decisión de hacer un disco fue más visceral y sentimental que estratégica. Este disco, Loco Corazón, surge de esa necesidad de ser honestos con lo que sentimos y lo que queremos compartir, sin pensar tanto en la industria.

Mijail: Pero no hacemos música pensando en los demás, sino en nosotros mismos. Como dice Pablo, esto es arte, es creación. La creación surge de lo que te inspira y cómo decides expresarlo. Es una propuesta, y habrá quienes conecten con ella.

Para este disco, hemos liberado un poco eso y decidimos hacer lo que queríamos, sin ponernos tantos parámetros. Aunque parece fácil, en realidad es bastante difícil, porque no podemos negar los condicionamientos que existen a nuestro alrededor. No somos robots ni antisociales; medimos lo que pasa afuera, lo sentimos y nos afecta.

En este disco se puede notar un sincretismo musical muy interesante. ¿Cuáles son los géneros musicales con los que más se sienten identificados?

Pablo: Bueno, nosotros venimos de una escuela en la que no tenemos formación musical formal. Hemos aprendido a tocar a base de ensayo y error, lo que nos da una honestidad al crear. No tenemos fórmulas para sonar de una manera específica, pero interpretamos nuestras emociones a través de la música.

En cuanto a géneros, no estamos atados a uno solo. En este disco hay influencias de varios estilos. Por ejemplo, con “Lo Bonito del Camino’ estaba escuchando mucha música africana y quería darle un toque afro, pero al compartirlo con la banda, la canción terminó tomando un rumbo más “merengón” y ska, lo que muestra cómo los géneros se mezclan de manera orgánica en nuestro proceso creativo.

Lo que más nos identifica es esa mezcla de influencias que van desde la cumbia hasta el ska, el merengue o incluso la música africana. No hay una fórmula, sino una exploración constante de sonidos y emociones.

Mijail: Este disco, a mi juicio, es más cumbiero que cualquiera de los anteriores. Al hacer el mapa de las canciones, notamos que había más cumbias, aunque cada tema tiene una aproximación distinta a la cumbia y a la fusión. 

Nosotros escuchamos de todo: desde cumbia villera hasta cumbia psicodélica, pasando por cosas como Corazón Serrano. Esos matices de cumbia están presentes en nuestra música. He procurado que cada batería tenga un sonido distinto, sin repetir, aunque siempre haya un hilo conductor.

Además, en el disco hay influencias de otros géneros. Por ejemplo, hay una canción con mezcla de bolero y hip hop, que aprendí a escuchar más gracias a Pablo y “Winsho” (voz). También he escuchado más reggae, influenciado por “Shaka” (teclados)”, y he aprendido a valorar el detalle de los beats en el hip hop actual, algo que no solía escuchar tanto antes.

Lo que nos identifica es la diversidad de géneros que nos influyen, desde la cumbia hasta el hip hop, el reggae y hasta la música de los 60s y 70s. Todo eso se va filtrando en nuestra música y en las canciones del disco.

Ahora, respecto a las colaboraciones con tantos músicos, ¿cómo fue el proceso de invitarlos a participar? ¿Ya tenían las canciones listas o el proceso fue en conjunto con los músicos invitados?

Pablo: El proceso, en realidad, se dio de la mejor forma posible, sin planearlo demasiado. Al principio, pensamos que Kumbiamerican Rockers tendría solo unas tres colaboraciones, pero al final, como uno vive para traicionarse, las cosas se fueron dando de manera diferente.

Por ejemplo, durante nuestra gira en Europa, estábamos en contacto con La Pegatina a través de Instagram. Les compartimos una canción, y casi al instante grabaron su parte. Fue algo que surgió sin mayor planificación. Lo mismo pasó con Gala Brie, que vino al estudio y aportó su interpretación, dándole un toque único a la canción.

En el caso de Rapper School, nos reunimos de manera muy relajada, con pizzas y ron, y Norick grabó un verso impresionante. Fue una colaboración que surgió de una conexión humana, y eso hizo que la canción tuviera algo muy visceral.

Con Cumbia Queen, la colaboración también fue espontánea. La conocimos en Colombia y, al mostrarle un tema, ella lo grabó casi de inmediato. Todos los invitados aportaron algo único.

No planificamos las colaboraciones. Cuando intentamos hacerlo de manera más estructurada, no siempre funcionaba. Nos dimos cuenta de que, cuando las cosas no surgen de manera orgánica, no es el momento adecuado.

Mijail: Sí, además, es un disco con 8 colaboraciones en 10 canciones, lo cual es bastante. Y algo que siempre menciono es que, hasta ahora, no sé si esto se repetirá en el futuro, pero hasta el momento es el único disco en la música peruana que reúne a un cantante popular de cumbia, como Erick Elera, súper mediático, junto a un vocalista de una banda punk. No estoy seguro de si existe un antecedente de esto, ni siquiera en otros países. Aunque, quizás… ¿cómo se llama el rapero argentino que grabó con 2 Minutos, Pablo?

Pablo: Trueno.

Mijail: Trueno podría ser un buen ejemplo de esto, donde uno de sus artistas logra juntar a Shakira con el cantante de 2 Minutos, algo totalmente inesperado. En Perú no he visto mucho de esto, o al menos no lo he visto, y vuelve a lo que mencionamos antes sobre los géneros y nuestros gustos. A nosotros nos gusta de todo. No tenemos prejuicios ni vergüenza de disfrutar cosas tan variadas como el metal y, de repente, una cumbia de nuestra adolescencia, como La Joven Sensación. La cultura popular tiene elementos muy interesantes, y cuando hablo de cultura popular, incluyo también el metal. ¿Por qué no juntar esos mundos? No es que estemos buscando romper esquemas, simplemente se dio. 

De repente, miramos la lista de canciones y aparecían artistas como Wendy Sulca, entre otros, y todos encajaron muy bien. Puede que no te guste uno de los feats, pero nadie puede negar que todos cumplieron su rol. Lo importante es que todos dieron la talla, y si nos gusta, es otra cosa.

¿Cómo se sienten ustedes como banda al comprometerse con estas causas, participando no solo en conciertos y festivales musicales, sino también en festivales benéficos y eventos con un propósito social?

Pablo: Para nosotros, el compromiso con causas sociales ha sido una parte importante de nuestra carrera desde el principio. No solo nos dedicamos a la música, sino que también nos hemos involucrado en eventos benéficos y festivales con un propósito social. A lo largo de casi 18 años, hemos crecido no solo como músicos, sino también como personas, y eso nos ha permitido comprender la importancia de dar algo a la sociedad que nos apoya. 

La gente nos ha dado mucho, y muchos de nosotros mantenemos a nuestras familias gracias a lo que generamos con Barrio Calavera. Por eso, siempre hemos sentido la necesidad de retribuir de alguna forma, y eso se refleja en nuestra participación en causas sociales, ya sea en eventos de ONGs o en nuestra música misma. 

No solo hacemos música, también somos conscientes de lo que pasa en nuestro entorno. Canciones como ‘Ritmo Callejero’ o ‘Aquí no baila el presidente’ son una forma de ser críticos con la realidad que vivimos. Con estas canciones y en eventos como los de Fútbol Más, una ONG con la que colaboramos, nos hemos dado cuenta de que lo que hacemos tiene un impacto más allá de la música. 

Al final, no solo somos artistas, también somos personas comprometidas con lo que sucede en nuestro país y en el mundo. 

¿Qué planes tienen para el próximo año?

Mijail: Este año, ya no necesitábamos lanzar nuevas canciones, pero no planeamos parar, sí necesitábamos hacer espacio para terminar el proyecto. Después de un parón obligado por la carga de trabajo, finalmente estamos trabajando en la presentación del disco, con fechas confirmadas para el próximo año, incluyendo un concierto de presentación y otras fechas ya pactadas para febrero y marzo.

Estamos trabajando en una campaña vinculada al disco para mantener el ritmo y avanzar sin quedarnos estancados.

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