“No bajaré el volumen, no bajaré al rock”

Recordando al programa “Doble 9 extreme” de Radio Doble 9 (99.1 FM)

Unos vecinos gritaban, a viva voz, hacia un balcón: “¡Baje el volumen! ¡Oiga! ¡Baje el volumen!” Al otro lado de ese espacio, en el segundo piso, unas paredes color crema y una luz blanca, tan blanca que parecía el color de una camisa nueva de colegio recién comprada, daban compañía a un pequeño adolescente de quince años. Digo pequeño porque físicamente sí lo era. Este joven que movía su cabello negro de arriba hacia abajo, fingiendo tocar una guitarra Fender o con dos lapiceros haciendo sonidos en una de sus mesas de estudios, creyendo ser baterista. Era parte de los inicios donde escuchaba por primera vez Radio Doble Nueve. (99.1 fm Lima.Perú)

Quizá no era de los que, a esa edad, viera dibujos o se acerque a los papás para dialogar. Lo único que hacía, al llegar del colegio en la secundaria, era dejar su mochila cerca de su cama donde podía encontrar sus primeros cd ‘s que se compraba… ¡Okey! No eran originales, pero eran serigrafiados y comprados en el Centro de Lima. Allá por donde dicen que la buena música se encontraba en tiendas caletas… No tenía una radio pequeña ni personal, era el gran y potente equipo de sonido Pionner, de su papá, donde escuchaba: la voz ronca de Kurt Cobain, los gritos eufóricos de una expresión máxima de Zack de la Rocha y de las primeras canciones emocionales de Gerard Way. Todo en un solo programa radial llamado “Doble Nueve Extreme”, por radio Doble Nueve.

Cuando el joven, de quien hablamos en el primer párrafo, se cambiaba el uniforme escolar y luego de intentar resolver ejercicios de química en su cuaderno amarillo cuadriculado, esperaba cada martes y jueves a las diez de la noche para escuchar dos horas de pura música verdaderamente Extreme (por aquel entonces) a Mr. Fantasy. Uno de los grandes DJ ‘s que tenía la radio más rockera de Lima, “Doble Nueve”. El primer tema de la noche, y arrancando el setlist, llegaba: “Bullet in the Head” de los “Rage Against the Machine”. Un adolescente escuchando como rasgaban esas primeras y segundas guitarras. Como un delirado y crítico Zack de la Rocha gritaba «Dijo que era azul cuando la sangre era roja. Así es como te dispararon una bala en la cabeza». Luego el corte del estilo rap metal cambiaba por el rock alternativo con “Faint” de Linkin Park. Era la primera vez que el escolar adolescente escuchaba a Chester Bennington gritar en el minuto cuarenta y cinco de la canción y los sonidos furiosos de las guitarras hacían mezclas con una batería muy ágil. Para el inquieto y aspirante a rockero todo eso era nuevo. Las voces, las guitarras arduas, las baterías con sonido de doble pedal… Todo era nuevo, pero a la vez magia para él. Lo que hizo que saltara, moviera la cabeza de atrás para adelante como si se tratase de estar en un concierto con artistas en escenario lleno de humo y gente pogueando, fue al subir su volumen y tener en los parlantes la garganta casi en vivo de Chino Moreno con su plácida y caudalosa voz en “My Own Summer”

Ya para aquel entonces y, después de haber saltado, brincado, creerse baterista, guitarrista, cantante y público asistente en sus tres por cinco metros cuadrados, era más que seguro que pensaba que esa música quería escuchar por mucho tiempo. Es así como todos los martes y jueves desde las diez de la noche y al momento que realizaba sus tareas del colegio, prendía aquel equipo de sonido, iba cambiando la emisora (porque siempre que se iba la luz arrancaba desde la primera radio), hasta llegar al noventa y nueve punto uno. Una cerveza del Callao daba auspicio al programa porque el gran Mr. Fantasy lo mencionaba. Era la mejor radio. No escuchabas casi nada de propagandas y las canciones casi casi, se armaban en un setlist de cuatro temas por bloque del programa. Encontrabas grupos como: AFI, Korn, The Killers, Disturbed, Muse y todo el estilo grunge, alternativo, new metal. Todo absolutamente todo en un programa transmitido dos veces por semana con una duración de ciento veinte minutos cada uno. Sin duda alguna, uno de los mejores programas que pudo tener “Doble Nueve” y sí, de hecho, que sí es “el mejor rock del mundo” porque han pasado poco más de doce años cuando gritaban en mi balcón por el alto volumen: “¡Baje el volumen! ¡Oiga! ¡Baje el volumen!” No, señora. No le bajo el volumen.

Sin más preámbulos te compartimos los mejores temas que acompañaron este grandioso programa:

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