La noche del 20 de setiembre el Arena Perú fue testigo de un emotivo reencuentro, y es que Zoé volvía al Perú luego de 4 largos años. La noche empezó con la intervención de Caloncho, quien de inmediato conectó con el público que esperaba con ansias su aparición.

Óscar Castro (Caloncho), supo corresponder a sus fans con ‘Medio Oriente’, ‘Somos instantes’, ‘Brillo mío’, ‘Sí carnal’ y otros temas que fueron coreados y bailados por los asistentes.

Llegó el momento de que León Larregui y compañía se apoderen del escenario, la intro de ‘Velur’ fue el detonante que le pondría fin a la espera y, aunque había poco espacio para moverse, pues todos hacían su mejor esfuerzo para disfrutar desde lo más cerca posible a la banda mexicana, no fue un impedimento para que la gente salte, baile, o se meza como las tenues olas de un mar en calma al son de cada canción.

A ‘Karmadame’ le siguieron ‘No hay mal que dure’, ‘Últimos días’, ‘Azul’, ‘10 a. m.’, ‘Arrullo de estrellas’ y ‘Fin de semana’, temas que Larregui les dedicaría a quienes identificó entre el público como “viejos rostros conocidos”.

Luego de repasar brevemente su discografía la banda volvería a interpretar temas de su último álbum como ‘El duelo’ y ‘Canción de cuna para Marte’, lo que nos hizo pensar que en cualquier momento podríamos escuchar algún tema como ‘Popular’; sin embargo, ‘Paula’ llegó para volver a evocar algunos recuerdos, ‘Vía láctea’ renovaría los ánimos, aún así, el ambiente se volvería a poner feeling con ‘Poli’, ‘Hielo’, ‘Labios rotos’ y ‘SKR’, canción con la que se despedirían brevemente del escenario.

Además de la vibra que compartían el público y la banda, del trabajo de la producción que supo captar la esencia de cada canción con los juegos de luces y en sus pantallas gigantes, también se destaca el sentido del humor del frontman de la banda, quién nos dejó algunos comentarios como “ustedes están bien calientitos allá abajo” (evidenciando que entre la multitud ya no cabía no un alma más), “viejo, sí, ¿sabroso?, no lo sé” (cosa que dijo tras ver un cartel en el que se le caricaturizaba como a un “viejo sabroso”) o “ustedes son el mejor público” (halago que los asistentes se ganaron a pulso con la efusividad que demostraban con cada canción).

Para su retorno León encendió la polémica al recomendar enérgicamente a sus seguidores que no se vacunen, que no consuman a esos “artistas” que solo hacen música para entretener “para mover el culo”, pues él considera que es más importante realizar canciones por amor al arte, “hay música que eleva la consciencia, y eso está mejor”, sentenció Larregui antes de que Zoé tocase ‘Fiebre’, ‘Luna’, ‘No me destruyas’ y otros temas con los que cerrarían la tan esperada presentación.

Fue una gran noche para disfrutar de un sinfín de emociones y de recuerdos, una gran noche para quedar sin voz y para demostrar que el público peruano es inagotable, cariñoso y muy agradecido con los artistas que saben como estimular sus sentidos.

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