Un acto de reivindicación, así se podría resumir el nuevo álbum de The Vaccines: “Pick-up Full Of Pink Carnations”. Después de 3 años de silencio posterior al álbum “Back in Love City”, esta banda inglesa dejó de lado los experimentos electrónicos y regresó a los fundamentos de sí misma: acordes potentes con letras introspectivas, una combinación mortal que hace honor a su portada.

Con un título que rinde homenaje a una letra de la canción American Pie de Don McLean: “I was a lonely teenage broncin’ buck / With a pink carnation in a pick-up truck”, este álbum, producido por Andrew Wells (Halsey, Phoebe Bridgers) y mezclado por Dave Fridmann (Tame Impala, The Flaming Lips), en sus diez canciones reflexiona sobre tópicos comunes: amor, miedo, crecimiento y cierre, todo ello combinado con sonidos energizantes.

Muchos de los fanáticos, al enterarse de la llegada de este nuevo disco, han estado a la expectativa de escuchar a The Vaccines de los primeros discos; sin embargo, como todo en esta vida, el cambio es lo único estable. En este álbum, conceptualmente, no tiene nada similar a lo icónico de ”Combat Sports”. Canciones como ‘Love To Walk Away’, ‘Primitive Man’ o ‘Sunkissed’ proponen, a su manera, un The Vaccines energético pero con una realización diferente y mejor pensada en comparación a su último álbum, lo cual es una posición acertada pues no trata de hundirse en la crítica, sino mantenerse honesto en la producción.

Canciones memorables del álbum: ‘Sometimes, I Swear’ aborda tópicos que hacen referencia a la identidad (Sometimes, I swear it feels like I don’t belong anywhere) y se acomodan perfectamente con los acordes de rock clásico típicos de la banda. ‘Heartbreak Kid’ realiza una reflexión sobre la pérdida y la aceptación (Let your heart break kid, til you’re feeling it. Oh you, never thought they’d leave). La potente ‘Lunar Eclipse’ explica un poco la sensación de regreso que tiene esta banda con este álbum, que se siente desde el impacto que genera el coro y su “Now I don’t really know if I deserve redemption, but I don’t need another reason making me myself bad”.