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Cold War Kids: “En el fondo, como Cold War Kids siempre hemos sido muy ambiciosos sobre querer afectar a la gente y ser capaces de cambiar el mundo de alguna manera” [ENTREVISTA]
Celebrando dos décadas como Cold War Kids, Nathan Willett nos platica de la constante creatividad que los rodea, enfocada en la autenticidad, todo mientras encuentran el balance entre la vida cotidiana y la adrenalina del escenario.
Por: Ale Arévalo
Publicado el: 02/12/2024
Desde 2004, Cold War Kids parece no detenerse nunca cuando se trata de presentar nueva música. Con una pasión en liberar al mundo esas canciones que no paran de rondar por su mente con la esperanza de que llegue a los oídos necesitados de esas palabras, la banda californiana suma cientos de temas en su repertorio. Algo que sin duda, debió haber hecho más difícil la selección del setlist para el “MORE 20 Years Tour”, una gira que celebra 20 años y 10 álbumes de una agrupación que continúa dándole sentido al poder que puede tener la música.
Tras años de experimentación y de colocar sus distintivas guitarras y batería en la mente de los fans, sin olvidar la inigualable voz de Nathan Willet, finalmente decidieron que su décimo álbum sería el esperado álbum homónimo de todo artista. Un disco que consideraron el más arriesgado y vulnerable hasta la fecha, con canciones creadas después de una época de gran reflexión y de pensar en cómo debería sonar el álbum que representa a Cold War Kids.
‘Meditations’, su último sencillo, habla de la adictiva adrenalina de estar sobre un escenario y la batalla a la que se enfrentan en la quietud al bajar del mismo. Un balance necesario para Nathan a pesar de admitir su amor por subir noche tras noche al escenario, y esencial si se quiere sobrevivir en la moderna y cada vez más exigente industria musical. A pesar de los desafíos, Cold War Kids se atrevió a su primer lanzamiento independiente y simplemente se pregunta ¿es esto lo que quiero hacer? a la hora de entrar al estudio, algo tan sencillo y tan complejo a la vez, pero que ayudó a que en menos de un mes tuvieran una nueva canción que presentar en medio de la gira.
Tras finalizar el tour por Estados Unidos, y esperando a que pueda extenderse por más países, nos sentamos a platicar por Zoom con Nathan en una pequeña retrospectiva de lo que significa ser un músico y cómo han encontrado el equilibrio personal y creativo después de dos décadas.
Ahora que dieron por finalizada la gira por Estados Unidos ¿Podemos esperar que anuncien más fechas en otros lugares?
Me gustaría que hubiera, pero no tenemos en este momento. Necesitamos salir de gira a más lugares porque no hemos estado fuera de los Estados Unidos en un par de años. Me parece que el COVID y todo lo que ha pasado cambió de alguna manera todo lo relacionado a las giras y estamos averiguando cómo podemos hacerlo.
Has dejado claro en varias ocasiones que te encanta estar sobre el escenario. Esa cercanía con tus fans y la experiencia que se llevan es muy especial. ¿Qué sentiste diferente de este tour con el que celebraron 20 años de Cold War Kids?
Siempre está el problema de tener un montón de canciones que nunca llegas a tocar. Es interesante ver cuáles son las canciones que la gente quiere que toques y tener fans más jóvenes que quieren escuchar viejas canciones que apenas están descubriendo y que hemos tocado por años. Hace años me di cuenta que hay un montón de artistas que sólo lanzan música cada cierto tiempo, sólo sacan un álbum cada pocos años, y a mi me encanta escribir y estar en el estudio, el proceso de grabación, y sabía que iba a haber una gran cantidad de nuestra música que a veces pasa desapercibida, pero para mí vale la pena con tal de compartirlo al mundo y que la gente lo descubra cuando sea. Así que, para la gira se trató de encontrar ese equilibrio entre poner esas canciones que son un poco como cortes profundos y balancearlos con todo lo demás.
Después de 10 álbumes y cientos de canciones ¿aún te sientes conectado con todas tus canciones cuando estás sobre el escenario sin importar el tiempo que haya pasado desde que las escribiste?
Este tour fue especial por esa razón. Creo que, si tienes suerte de estar aquí por tanto tiempo como lo hemos hecho nosotros, te llenas de gratitud al ver cuánto aman los fans la música y la forma en la que se relacionan con ella. Es muy interesante y me ayuda mucho a apreciar y a reconectarme con el significado y la importancia que tienen las canciones, especialmente con las más antiguas. Con lo más nuevo como el último álbum, el último EP y el último sencillo que lanzamos – y que inmediatamente incluimos en el tour -, esas canciones siempre se sienten más urgentes, son las más relevantes y aún me siento muy conectado a ellas.
Este último sencillo ‘Meditations’, te tomó solamente alrededor de un mes en escribirlo, grabarlo y estrenarlo, además de que es su primer lanzamiento independiente. ¿Piensas que nace de un momento sumamente creativo o hubo más factores que influyeron en su rapidez?
Surge de encontrar nuevas maneras de crear y que nunca habíamos probado, y de ser capaces de lanzar una canción por nuestra cuenta. Cuando nos decidimos a hacerlo, supimos que debía ser una canción que se sintiera como un clásico de Cold War Kids, con un poco de blues, un poco de piano, y todos los elementos que siempre utilizamos. Incluso lírica y temáticamente gira alrededor de esta idea de un intérprete, de estar sobre el escenario. Esa primera línea dice “Las meditaciones son aburridas. Déjame salir al escenario, saco toda mi rabia y me siento bien hasta en la mañana”, habla de cierta forma del problema que conlleva ser un artista, cuando amas el trabajo, la expresión y la liberación de la actuación, pero también tienes que encontrar un equilibrio en tu vida normal. Supongo que en cierto modo es algo que sucede cuando un artista se hace adicto a estar actuando constantemente y a los escenarios, encontrar la manera de tener un equilibrio y una vida fuera de él es difícil.
Siempre estamos descubriendo que nuestros artistas no son buenos siendo “personas”, viviendo vidas regulares. Siempre he estado muy fascinado con que, culturalmente a los artistas, a quien quiera que sea ya sea Prince o Kanye West, la gente siempre los pone en estos lugares altísimos llenos de expectativas. Y cuando nos damos cuenta de que no son eso, nos sorprendemos mucho. A veces me identifico con eso y otras entiendo por qué los artistas no están en equilibrio con la vida y en cómo la experimentan.
Me parece que la música habla siempre de quien la compone, aunque no necesariamente deba revelar su vida. Cuando escribes desde una experiencia muy personal y la compartes al mundo ¿Sientes que tienes dos partes diferentes en ti que debes mantener por separado?
Es una buena manera de decirlo. También es una lucha porque a veces pienso que quiero ser el mejor artista que puedo ser y dar todo lo que pueda. Pero también tengo una familia y quiero compartimentar mi vida y sé que muchos de los mejores artistas en el mundo dirían que no hay tal cosa, que debes dar todo o nada, eso lo admiro, más no es lo que soy, no es la vida que he elegido y no me gustaría eso.
Especialmente en estos tiempos en los que ser músico literalmente conlleva más que hacer música, ahora se necesita una presencia y una interacción constante en redes y plataformas para poder promocionar tu arte. ¿Piensas que este cambio lo han enfrentado como un nuevo desafío?
Sí, creo que puedes elegir ser muy activo en las redes sociales y ser muy público, o puedes dejar que tus canciones sean tu forma de expresión y luego, obviamente a través de imágenes y otras cosas, expresar más sobre quién eres. Supongo que la limitación que experimento es saber que, al no ser más activos y más públicos, probablemente podríamos tener una audiencia mayor y quizá para algunas personas, tener una historia más interesante. Sé que podríamos conseguir mucho más en cuanto a giras, exposición y todo eso si fuéramos más activos.
Tienes que conocerte a ti mismo y saber con qué te sientes cómodo, y yo sé que soy más introvertido y que, aunque quiero lo mejor para nuestra banda y para nuestra música y todas estas cosas, tampoco creo que sería una buena opción para nosotros ser más activos en redes sociales, prefiero hablar así en una conversación de forma muy atenta a intentar crear una dinámica contínua con nuestros fans que llegue a sentirse a veces forzada porque debes estar ahí todo el tiempo. Especialmente, después de haber estado en este medio durante tanto tiempo, no puedo imaginar mantener esa presencia de una forma tan constante.
A lo largo de 20 años de Cold War Kids , ¿Cuál ha sido la mayor alegría y mayor reflexión que te ha dejado ser parte de esta banda?
La industria musical era muy diferente antes y creo que durante los primeros álbumes teníamos la sensación de que en cualquier momento todo podía acabar y que si un disco fracasaba o algo iba mal, era el fin. Muchos de nuestros colegas ya no fueron capaces de continuar. Así que creo que nos impulsaba ese miedo de que podría terminar en cualquier momento, de que tenemos que estar siempre trabajando, decir siempre que sí a todo y seguir adelante y escribiendo, y grabando, y yendo de gira. Fue en años más recientes que he llegado a disfrutarlo más. Disfrutar del hecho de que hemos llegado a hacer tanto, hemos llegado a escribir, y a publicar, y a expresar tanta música. Así que estoy muy orgulloso de lo que hemos sido capaces de hacer y muy emocionado de ver lo que viene.
¿Qué es lo que te mantiene motivado a escribir constantemente sin entrar en una lucha con tu propia creatividad? ¿Cómo haces para no comparar tu propio trabajo y poder mirar hacia adelante para no caer en un bloqueo?
Trabajar con diferentes productores ha sido un factor importante, tener gente nueva alrededor y nuevas opiniones. Especialmente para las bandas, tener a la misma gente en tu vida, años y años y años y llegas a ese punto en el que se hace más difícil y casi demasiado embriagador. Piensas demasiado y necesitas estar rodeado de otras personas que te den otras perspectivas. Y de repente, piensas simplemente “¿esto me hace feliz o no?” Habiendo sacado tanta música va a existir esta pequeña carga de querer hacer algo que tenga sentido en la historia, y al mismo tiempo, querer hacer algo que se sienta como si surgiera orgánicamente, que nazca de forma natural sin pensarlo demasiado.
Se vuelve un poco más difícil cuanto más produces. Con el disco autotitulado que sacamos el año pasado y con el EP he aprendido que, aunque no recibamos muchos comentarios, estoy muy orgulloso de él y puedo escucharlo y disfrutarlo, y me da esa especie de energía. Cuando eres más joven eres mucho más sensible a las opiniones y pensamientos de los demás, así que estar en un lugar en el que sabes que este era el disco correcto, es una gran sensación. Poder ser un artista y sacar lo que queremos sacar, independientemente de si una canción funciona bien en la radio o tenemos una gran crítica, es genial. Cuando estás en esto a largo plazo y sacas tanto, tendrás esas canciones y esos discos enteros que no tendrán un gran impacto, en términos de que la gente ni siquiera sepa que has sacado un nuevo disco. Estoy tan orgulloso del álbum que no me importa tanto.
¿Qué consejo le darías a todos aquellos que quieren componer canciones, más no saben por dónde comenzar?
Para empezar a escribir, creo que la imitación es siempre algo muy delicado. Si tienes artistas que te encantan y te encanta cómo te hacen sentir, comienzas a sentir “quizá yo también pueda expresarme de esa manera”, y me parece que esa es la puerta de entrada. No te va a sostener para siempre. Desde que estaba en la escuela, siempre me han encantado Fiona Apple, Tom Waits o Lou Reed y tantos artistas que tienen una voz muy cruda y un poco poética, literariamente.
Yo era mucho mayor en relación con muchos de mis amigos, crecí escribiendo música y tenía 24, 25 cuando empezamos la banda, así que así fueron las primeras canciones que había escrito, desde esa sensación de imitación. Era mucho más cauteloso para no hacer algo muy moderno, pero tampoco algo más clásico, por un lado sé que no soy Leonard Cohen, pero por otro lado no quería hacer lo que se hacía en ese momento, como tantas bandas emo pop punk que estaban sucediendo en el sur de California. Quiero hacer algo que se sienta más auténtico a lo que me gusta. Así que tienes que encontrar lo que es verdadero para ti.
Mencionas lo inspiradora que puede ser la música que despierta sentimientos en tí. Al momento de componer ¿Piensas en ese poder que puede tener una buena letra, una sola canción y la cantidad de personas a las que puede llegar? ¿Cómo la música puede llegar a cambiar el mundo?
Sí, es algo en lo que pienso mucho. Siempre hay que tener cuidado porque todo empieza en uno mismo, y creo que si te pones demasiado ambicioso al querer afectar a otras personas o a un gran grupo de personas, puedes desviarte. Especialmente al escribir, lo específico es lo que puede hacer que la gente experimente los sentimientos universales, así que debe empezar con algo personal y soy muy consciente de ello. Me preocupa que muchas canciones se hayan vuelto demasiado universales, siempre lucho con el encuentro entre lo personal frente a lo general. Mucha música indie o grandes artistas tienen una visión muy específica, y esta puede no ser la de una canción de Queen o de AC DC, canciones que son mucho más amplias y llegan a mucha gente. Pero creo que en el fondo, como Cold War Kids siempre hemos sido muy ambiciosos sobre querer afectar a la gente y ser capaces de cambiar el mundo de alguna manera. Así que, sí, creo que eso siempre está ahí.
Finalmente, ¿‘Meditations’ es parte de un plan más ambicioso a futuro? ¿Un nuevo álbum o EP quizás?
Aún no lo sé, pero espero que sí. Acabo de llegar a casa después de la gira y es gracioso porque siempre pienso que no sé lo que va a pasar a continuación, pero sé que cuando volvemos de algo que fue muy rejuvenecedor, sé que voy a querer empezar a hacer planes muy pronto y he escrito mucho y quiero reunir a todo el mundo en el estudio. Así que creo que será algo.
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