The Ivy: “Nuestra caja melódica proviene de la música que hemos crecido escuchando, y puedes ampliarla con más música que escuches” [ENTREVISTA]

Siete años parecieran largos dentro de la frenética industria musical. Para The Ivy, han sido siete años de pequeños pasos adelante y hacia la dirección correcta, un camino que pisó finalmente la meta de su álbum debut.

Wyatt y Shawn se conocieron estudiando en la Academia de Música Contemporánea de Oklahoma City, y aunque por sus influencias musicales parecieran una extraña combinación – Shawn es fan del emo y el pop punk y Wyatt del R&B y el blues -, el resultado creativo del dúo ha sido un sonido alto pop un tanto dreamy y un tanto rebelde. Siempre sin miedo a salirse de la línea, su música es por seguro una experiencia sonora emocional. 

A lo largo de estos años, The Ivy ha crecido su base de fans contando tres exitosos EPs y múltiples presentaciones en todo tipo de escenarios. Pero el momento ideal de realizar un material más extenso sucedió de forma natural después de ya tener muchas ideas guardadas y esperando a ver la luz. Wyatt y Shawn tomaron sus maletas y viajaron a México para desarrollar lo que ahora conocemos como “A Door Still Open”. Un primer álbum que toma un enfoque sumamente personal, con canciones que profundizan en la vulnerabilidad y el sentido de nuestras elecciones y la vida misma, casi como una terapia que navega por diferentes ondas sonoras.

Con la llegada del álbum, The Ivy se preparaba para iniciar en las próximas semanas una gira en solitario por diferentes estados de Estados Unidos. Lamentablemente, la gira se ha cancelado y por lo pronto esperaremos prontas buenas noticias que con suerte incluyan algunos shows por Latinoamérica. 

Siete años suenan largos. Un buen tiempo el que esperaron para sacar su primer álbum, más mereció totalmente la pena…

Shawn: Siempre quisimos sacar un álbum lo antes posible, pero pensábamos que los EP eran buenos en el momento. Fue como construir bloques hacia un destino que resultó en un álbum siete años después.

En estos años han construido una carrera en la música y llegado a una audiencia cada vez mayor. Cuando llega ese presentimiento de que es el momento correcto, simplemente lo sabes ¿Cuándo fue este momento decisivo para finalmente trabajar en su primer álbum? 

Wyatt: Nuestro punto de inflexión fue darnos cuenta de que teníamos muchas canciones como demos y otras tantas que estaban más avanzadas. Teníamos tanta música que queríamos compartir que sentimos que iba más allá de una colección de cuatro o cinco canciones, que es lo que habíamos hecho en el pasado con los  EPs. Todos en nuestro equipo pensaron que era una buena idea y el tiempo se sentía correcto. Para ese momento sentíamos que teníamos una visión concreta de cómo queríamos que sonara el álbum, algo que resultó después de muchas pruebas y errores. 

Shawn: Teníamos unos 35 demos de canciones. 

Wyatt: Así que decidimos deducirlas a 11 o 12 canciones eligiendo las que encajarían en el mismo mundo. 

¿En qué momento de sus vidas o de estos siete años se sitúan estas canciones? ¿Fueron acumulándose a lo largo de los años o las consideran más cercanas a su presente?

Wyatt: Toda esa música diría que fue acumulándose en el curso de dos o tres años. Algunas eran simplemente partes instrumentales, algunas eran canciones completamente escritas, había de todo entre ese rango. Para este proceso nos fuimos a México, a un pueblo llamado Punta Mita en donde unos amigos tienen una propiedad. Era básicamente un contenedor de almacenamiento, aunque más glamuroso de lo que se escucha. Se sentía como estar en una casa, algo así como una villa muy cómoda, pero hubo momentos en los que simplemente nos encerramos por horas a componer y luego podíamos tener un descanso en la playa. Fue algo bastante relajado. 

Hablemos de cómo han logrado dar forma al sonido de The Ivy con los años. Algo que me parece interesante son las influencias que describen en su perfil. Para uno de ustedes han sido bandas como Green Day o Blink 182, mientras que para el otro han sido géneros como el R&B. Me parece que a veces el arte que nos gusta o consumimos no se asemeja al que sale de nuestra creatividad ¿Esto es algo con lo que se identifican? 

Shawn: Creo que cada vez que escucho nuestras canciones, como compositor siempre puedo distinguir las influencias que cada uno de nosotros tiene en ellas al escribir, si se trata de una melodía que nunca habría pensado, pero Wyatt la conoce porque tiene una caja diferente de melodías para elegir. Y a veces creo que nuestra caja melódica proviene de la música que hemos crecido escuchando, y puedes ampliarla con más música que escuches. Pero creo que esa es probablemente mi reflexión favorita.

Wyatt: Sí, me parece que puedo oírlo porque estoy muy familiarizado con la música con la que crecí. Se da en formas muy sutiles que la mayoría de la gente tal vez no se daría cuenta. Normalmente notarías otras cosas primero. Cuando empecé a tocar la guitarra, estaba escuchando mucho John Mayer, Stevie Rayvon, mucho blues que aún me gusta, es muy sutil, pero me doy cuenta a veces cuando estoy escribiendo partes de guitarra y trato romper esa barrera, me recuerdo que no estoy escribiendo una canción de blues en este momento. Es sólo un ejemplo de influencias que se cuelan.

Mencionaron que tenían la visión de cómo debería sonar su primer álbum. Y The Ivy no es conocido por quedarse en la misma línea melódica. ¿Qué tan fácil o difícil ha sido el proceso de encontrar su dirección sonora? 

Wyatt: Personalmente siento que eso es algo que continúa desarrollándose mientras continuamos escribiendo. Incluso el material en el que estamos trabajando ahora es muy diferente del álbum. Y no quiero hablar por los dos, pero creo que es lo que más nos emociona. Y siempre tiene que llegar a un punto en el que los dos estemos igual de emocionados y de acuerdo en los elementos básicos de las canciones. Afortunadamente, trabajamos con un dúo de productores realmente genial llamado SameSame en Santa Mónica cuando fuimos a grabarlo propiamente, y pudimos enseñarles el material en el que estábamos trabajando en México. Ellos fueron realmente una pieza monumental al ayudarnos a unir las cosas y decidir exactamente qué canciones iban a sobrevivir el corte y cosas por el estilo. 

Al escuchar el álbum, me parece interesante que, a pesar de que hay una variedad de géneros entre cada canción, también existe un ritmo que te guía entre canciones de principio a fin. ¿Hubo alguna intención en cuanto a la narrativa y el orden de las canciones? 

Shawn: Definitivamente es como una historia que intentamos contar. Al menos personalmente, cada una de esas canciones representa algo específico, y muchas veces es más un sentimiento o un estado de ánimo. Gran parte de ello se debe al hecho de que las escribimos en un momento diferente al que se escuchan, pero en mi cabeza, simplemente se ordenaron de esta forma porque no podía verlas de otra manera. Cada vez que las escuchábamos, simplemente encajaban, tenía sentido. 

¿Cómo describirían la experiencia de pisar un escenario y observar cómo el público conecta con su música? 

Wyatt: Siempre es una sensación genial ver a gente que conoce la música y canta las letras. Cada vez que sucede, me hace sentir que estoy haciendo lo correcto o que estoy conectando con la gente, para mí es lo que hace que merezca la pena. Por momentos pienso que “esa letra es realmente vulnerable”, y es un poco extraño estar gritándola en un micrófono, pero cuando veo que la gente corresponde a esa energía y cantando de regreso, me siento más cómodo. E incluso cuando no lo es, tienes que superarte a ti mismo y ser vulnerable de todos modos.

Shawn: Es emocionante terminar una canción, cuando nadie más en el mundo la ha escuchado y ahora puedes tocarla y mostrarla en vivo, esa respuesta que sólo el tiempo te da es realmente genial. Algunas de esas canciones las escribimos tres meses antes de tocarlas en directo, y eso fue genial.

¿Alguna vez han experimentado la sensación de que sus propias canciones evolucionan después de tocarlas en vivo? ¿Una sensación de que aquello tan personal en lo que se inspiró la canción, ahora ha quedado atrás? 

Wyatt: Definitivamente. Creo que la forma en que he visto nuestras canciones definitivamente ha evolucionado después de tocarlas en vivo. Y a veces me doy cuenta de que tal vez podrían haber tenido un significado diferente en mi subconscientemente. Aprendiendo realmente los detalles de una canción para poder tocarla en directo, empiezas a verla con diferentes perspectivas. Y no quiero decir que tengo que estar un poco alejado de ella, pero casi. Para poder tocar lo mismo cada noche, parece que no puedo pensar demasiado en lo que canto. Sólo tengo que asegurarme de que me salen bien las palabras, cosa que no siempre ocurre.

Especialmente con un álbum como el suyo con temas muy vulnerables y reflexivos. Una de sus letras se ha convertido en foco de atención, “Where have I been this whole time. Where have I been spending my life”. ¿Qué interpretación tiene esta letra tanto personal como artísticamente? 

Wyatt: Esta letra surgió de la sensación de no haber estado lo más presente posible durante el tiempo en el que la escribí, un tiempo en el que no estar presente era quizás estar intentando escapar de tu mente. Es una especie de llamada a la acción para intentar estar presente como puedas, tan cursi como pueda sonar. Se trata de no llegar al final de tu vida y mirar hacia atrás y darse cuenta que en realidad nunca viviste el presente, siempre viviste en algún momento del futuro. 

Shawn: Desperdiciamos nuestras vidas haciendo un montón de actividades mundanas. Luego miras atrás y piensas “¿por qué estuve haciendo esto tanto tiempo?”.

Wyatt: O incluso aprender a disfrutar de las actividades mundanas. No sólo pensar en eso que debes hacer para que puedas llegar a la siguiente meta. Mucha gente vive de esa manera y pienso que deberíamos reducir la velocidad y tratar nuestras vidas como una lista de cosas por hacer.

¿Tienen algún artista, canción o álbum que les transmita esta misma sensación? ¿Música que les recuerde vivir la vida? 

Wyatt: Para mí las letras de Turnover. Todo lo que la banda escribe tiene estas vibras de estar en el presente y no caer en el consumismo y esas cosas. Cuando escucho su álbum “Good Nature” simplemente quiero tirarme en el pasto a hacer nada. Sin duda ese álbum me da ese sentimiento. 

Shawn: Es difícil elegir un género que haga eso por mí. Diría que un álbum que siempre escucho cuando estoy corriendo es el último de Djo, que ahora está que explota por su canción ‘End Of Beginning’, pero su álbum es increíble.

Está claro que a The Ivy no le preocupa arriesgarse y experimentar con su música. ¿Hay algo que les gustaría probar o tal vez algo que probaron en este álbum que les gustaría mantener para sus próximos proyectos? 

Wyatt: Hay muchos momentos en el álbum en los que añadimos una grabación de iPhone de algo aleatorio o hacemos que una parte de la guitarra suene muy lo-fi y glitchy y cosas así… Desde que salió el álbum, eso es algo con lo que ambos hemos estado experimentando, puede que no hagamos un álbum lo-fi, pero me encantan esos elementos.

Shawn: Técnicas de producción diversas. 

Wyatt: Sí, definitivamente quiero mezclar diferentes estilos de producción.

Shawn: Y ser más atrevidos en esa área. Me parece que mucha de la música que se está haciendo cada vez más popular es la que va más allá de los límites de la producción y en donde hacen cosas realmente geniales. Puedes hacer cosas realmente geniales, pero a veces caes en la rutina de hacer siempre lo mismo. Definitivamente quiero profundizar en eso.

¿Algún plan de visitar Latinoamérica? 

Wyatt: Lo disfrutaríamos mucho, no hay planes por ahora pero definitivamente debemos hacerlo. 

Shawn: Nos encantaría visitar.

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