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Interpol: “Si realmente sientes una conexión emocional con lo que estás escribiendo, con suerte se convertirá en algo que envejecerá bien con el tiempo” [ENTREVISTA]
Interpol es una banda que no necesita presentación. Con motivo de su gira por Latinoamérica y la celebración de sus dos primeros álbumes, hablamos con Daniel Kessler sobre la conexión que mantienen con su música. Esas canciones, creadas desde la honestidad artística, encuentran inevitablemente a quienes las necesitan.
Por: Ale Arévalo
Publicado el: 31/05/2024
Nueva York en los dosmiles no solo se adaptaba al nuevo milenio, también veía surgir una emergente ola de músicos que dejarían huella. Una época en la que surgieron bandas icónicas que celebraban lo más auténtico del rock reviviendolo con nuevas estéticas, y entre ellas, Interpol nacía como una de las primeras bandas del post-punk revival.
Desde el éxito que fue su debut con “Turn On The Bright Lights” en 2002, hasta el lanzamiento de “The Other Side of Make-Believe” en 2022, Interpol ha destacado por su enfoque al curar cuidadosamente estos pequeños mundos de canciones y forman cada uno de sus memorables siete álbumes. Un arte que en estos tiempos modernos de inmediatez y pérdida de atención parece más valioso que nunca.
Mientras continúa la celebración de “Turn On The Bright Lights”, “Antics” se une a la ceremonia por su 20 Aniversario con una gira por Reino Unido, en donde tocarán el álbum en su totalidad. No sin antes visitar otros lugares como Latinoamérica, donde el grupo tiene una conexión con el público muy díficil de Igualar. Con su esperado regreso a países como Perú y Colombia, y su primera visita a Costa Rica, Interpol comenzó un año de shows nada más y nada menos que en el Zócalo de la Ciudad de México, con un concierto gratuito al que asistieron 160 mil personas.
Lo que Daniel Kessler, Paul Banks y Sam Fogarino han logrado es componer música que aún se siente presente. Incluso siendo referentes de un movimiento, sus canciones se sienten eternas. ¿La clave para desafiar el tiempo? Tal vez no hay una exacta; más —para Kessler— se trata de componer desde una honesta conexión emocional y así, inevitablemente, la música se encontrará con quien la necesite en el momento correcto.
Interpol es una de las bandas favoritas del público latinoamericano a pesar de la barrera que puede presentar el idioma. ¿Qué significa para ustedes, no solo regresar a estos países con frecuencia, sino también continuar pisando nuevos territorios como ahora que visitan Costa Rica por primera vez?
Es un gran honor tener esta conexión, esta invitación y esta oportunidad, y el privilegio de venir a todos estos increíbles países y experimentar la inmensidad de todas sus diferentes culturas. Es difícil de explicar con palabras, es difícil explicar cómo surgió, pero es un matrimonio muy hermoso —por así decirlo— y es algo que significa mucho para mí y para la banda.
¿Existe algo en particular que te haga ilusión acerca de volver a Perú?
Tantas cosas… Es increíble que nuestra primera vez en Perú fue en 2019 y, ahora, esta será por lo menos nuestra cuarta vez allí. Así que es realmente en un corto período de tiempo, aún contando la pandemia de por medio. Creo que eso dice mucho acerca de nuestro amor por los tiempos que hemos tenido allí, por los shows que hemos tenido y la audiencia de allá, la gente y, culturalmente, todas las pequeñas cosas que hemos sido capaces de descubrir en el camino. Así que estoy muy emocionado de poder volver dos veces en menos de dos años.
Este año lo comenzaron a lo grande con su primer show nada más y nada menos que en el Zócalo de la Ciudad de México ante 160 mil personas. ¿Qué sentiste en esos momentos?
Normalmente —siempre— sería muy optimista hablando de esto, pero realmente fue un gran honor. Fue increíble ser invitado a tocar en un sitio tan histórico, obviamente tiene una importancia increíble para México y para los mexicanos, pero también por dónde se encuentra en la historia mundial. Es un sitio tan importante y significativo en general. El haber sido invitado a tocar ahí ha sido uno de los grandes momentos de mi vida, y de la historia de la banda. Y luego, solamente salir a ese escenario… Y el espectáculo en sí fue simplemente magnífico. El público estaba tan metido. Creo que dimos un buen concierto y podías sentir al público, aunque, obviamente, era increíble la cantidad de gente que había. La conexión se sentía casi como si estuviéramos tocando en un lugar pequeño, y me parece que eso dice mucho acerca de la química que tenemos.
Se encuentran celebrando dos de sus grandes álbumes, “Antics” y “Turn On The Bright Lights”. ¿Cuál es la magia de crear un álbum, un material completo y cuidadosamente curado? ¿Crees que es una parte del arte de hacer música que puede estar perdiéndose en el mundo de las tendencias y los sencillos rápidos?
Es difícil decirlo en general, dentro de la industria musical o el arte. Nosotros siempre hemos sido esta banda que, desde “Turn On The Bright Lights”, nunca pensamos en tener que escribir un sencillo únicamente. Siempre se ha tratado de que un álbum sea una especie de libro en donde tienes una apertura, luego tienes los capítulos intermedios y una conclusión, y es muy importante para nosotros que todo se enlace de manera fluida y cohesiva. Eso es algo que, artísticamente, simplemente se sentía correcto en cuanto a expresión y todo debe iniciar desde una expresión artística —no desde lo que pueda o no funcionar— y resonar con la gente.
Tienes esto que quieres decir y ese es el factor que lo hace verídico, genuino, honesto y con un sentido. Para nosotros, cuando escribes música (y en el arte en general) ese es tu compás interior. No pienso que a los fans de Interpol les gustemos por los sencillos, me parece que les gustan las canciones del álbum. Probablemente si vas a un concierto de Interpol y preguntas: “¿cuáles son tus canciones favoritas?”, obtendrías diferentes respuestas de cada persona con la que hables. Me parece maravilloso tener algo que hiciste hace más de 20 años que aún resuene con la gente. Entonces, es una buena ocasión para celebrar los álbumes, y no es algo que se haga a menudo. Estamos felices, será muy emocionante y un poco diferente para nosotros, pero es genial.
Mencionaste dos cosas muy importantes, la conexión y la subjetividad de la música. Cada canción toma un sentido diferente dependiendo de la persona y la situación. Aún siendo cocreador de estas canciones, ahora que han pasado los años y continúan presentes en estos shows, ¿te has encontrado con alguna situación en la que te des cuenta que alguno de estos temas ha cobrado un nuevo sentido para ti?
Especialmente con “Antics”, tocamos el álbum de principio a fin y solo lo hemos hecho unas dos veces antes. Una cosa es establecer la secuencia de un disco para escucharlo de principio a fin, mas otra cosa interpretarlo. Es algo humilde interpretarlo de esa manera, porque es muy diferente de cómo se secuencian normalmente para un concierto, así que descubres pequeños detalles y eso te hace estar muy presente en el momento de la interpretación.
Lo que descubrí sobre las canciones, en general, es que combinan muy bien con las canciones que estamos escribiendo hoy. No se sienten tan diferentes, simplemente existe esta sensación de que hay una evolución entre lo que hemos escrito en los últimos discos y que siempre se trata de avanzar. Pero, al mismo tiempo, las canciones son parte de nuestro tapiz y de nuestra historia, y funcionan bien juntas incluso si hacemos una secuencia del álbum uno al álbum siete. Así que es agradable verlo.
Existe una emoción con cada uno de sus álbumes, con saber que Interpol estará dando un concierto. Incluso cuando algunas se han descrito como clásicos modernos, sus canciones se sienten presentes. ¿Qué consideras que hace que la música desafíe al tiempo? ¿Qué hace a la música atemporal?
No sé si tengo la respuesta a eso. “Atemporal” era una palabra que definitivamente estaba en mi cabeza cuando estábamos haciendo “Turn On The Bright Lights”, realmente quería que fuera para siempre y quería que yo estuviera bien 20 años más tarde al volver a escucharlo y pensar: “entiendo por qué tomamos todas estas decisiones”. Y me sigue gustando y, artísticamente, sigue resonando en mí; me sigue encantando tocar las canciones y sigo entendiendo por qué tomamos todas esas decisiones y de dónde vinieron en primer lugar. Aún me siento muy conectado al disco y a la gente que lo escribió. Es un lugar increíble en el que estar. Creo que en el mundo del arte no hay garantías de que te sientas así, somos muy afortunados de sentirnos así. Pienso que simplemente tienes que ser muy sincero contigo mismo en cuanto a lo que quieres hacer y ser genuino. Si realmente sientes una conexión emocional con lo que estás escribiendo, con suerte se convertirá en algo que envejecerá bien con el tiempo.
En estos tiempos se presentan cada vez más desafíos para un artista emergente y, entre el streaming, la necesidad de sacar sencillos con rapidez y las tendencias, llegar a ser atemporal podría resultar desafiante. ¿Imaginas cómo habría sido lanzar Interpol como banda en estos tiempos? ¿Con qué desafíos se han encontrado aún ya teniendo una carrera establecida?
Bien o mal, simplemente continúo haciendo lo que hago sin considerar demasiado todos los desafíos todo el tiempo. Los desafíos vienen con los años. Incluso, cuando sacamos nuestro primer disco, las redes sociales no estaban en el mapa, era una locura pensar que la música realmente definía a los adolescentes y a la gente, simplemente era un “¿qué música te gusta?”. Y ahora siento que la gente se define por tantas cosas diferentes, hay tantas cosas por ahí afuera. Yo solo sigo haciendo cosas artísticas, sigo escribiendo desde un lugar que tiene que conmoverme y tiene que ser una expresión y una oportunidad para decir algo.
Pero en cuanto a cómo resuena en los tiempos… Solo puedo tratar de controlar las cosas que puedo controlar y, cuando las cosas se sienten abrumadoras, me enfoco más en lo que puedo controlar y siento que tiene más sentido para mí; después, simplemente tengo fe en que si la gente quiere escuchar la música, la van a encontrar o la música los va a encontrar, pero está bien si no lo hace tampoco, esas no son las cosas que puedo controlar en ese sentido, y no sé hasta qué punto quiero intentar trabajar siempre con todas las novedades que están ahí fuera en la industria de la música o son grandes en la industria de la música solo para reunir nuevas audiencias, y así sucesivamente. Es un poco “demasiado para mí”, es un poco abrumador.
Si pudieras elegir tres canciones que han marcado un hito en la trayectoria de Interpol o de las que tengas un gran recuerdo: ¿cuáles elegirías?
Eso es algo muy difícil. Tenemos más de 100 canciones, puedo decir 3 canciones que resuenan conmigo, aunque todas lo hacen. Me encanta ‘The Lighthouse’, es de las últimas canciones de “Our Love To Admire”, y que no tocamos muy a menudo, pero lo hicimos por un tiempo; ‘Pioneer To The Falls’, del mismo álbum, resuena conmigo enormemente; y ‘Into the Night’ de nuestro último álbum, es una de la que estoy muy orgulloso y me encanta la emoción que tiene esa canción.
Como artista creativo, ¿consideras que en tu proceso de composición tienes dominados los elementos a los que quieres recurrir para expresar una cierta emoción? ¿O crees que tu creatividad funciona de forma más libre?
Es difícil para mí. Y solo puedo hablar por mí: es más libre. No pienso en ello, simplemente viene de algún sitio, pero no intento controlarlo y no intento navegarlo; simplemente sale. Así que no, no es tan específico, incluso entre instrumentos o estados de ánimo o tempos, solo sale, y entonces, una vez que sale, es solo cuestión de seguirlo y darle la forma de lo que quiere decir.
Su último álbum, “The Other Side of Make Believe” mostró un lado más optimista de Interpol y además introdujo el piano con más protagonismo en algunas canciones. ¿Qué sigue para Interpol en cuanto a evolución?
Hemos comenzado a escribir nueva música. Nos sentimos bien y estamos entusiasmados con ella, pero es demasiado pronto para decir lo que es y nunca tratamos de controlarlo demasiado. Así que tendremos que ver, realmente no lo sé todavía, pero se siente bien hasta ahora.
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