Carlos Metta, conocido por su trabajo innovador y ecléctico, presenta su nuevo proyecto bajo el seudónimo de Chingos de Changos con el sencillo ‘Gospel’. Este tema, basado en una rica colección de sonidos grabados en sus viajes por el mundo, destaca por su uso creativo de samples y una fusión única de música balcánica y dub. En ‘Gospel’, Metta incorpora dos samples grabados en Nueva York: uno de una predicadora en Union Square y otro de una improvisación con músicos de Klezmer, creando una atmósfera intensa con ritmos pesados y evocativos.

A lo largo de su carrera, Carlos ha desafiado las fronteras del género musical, utilizando grabaciones de campo, instrumentos caseros y sintetizadores para crear piezas cinematográficas y experimentales. Con proyectos anteriores como Page Sounds y Middle Waters, y una serie de instalaciones sonoras internacionales, Metta continúa explorando nuevas formas de expresión con Chingos de Changos, combinando elementos de música balcánica, dub, cumbia y más.

En nuestra entrevista, Carlos nos comparte la inspiración detrás de ‘Gospel’, la importancia de la grabación constante en su proceso creativo, y su perspectiva sobre la originalidad en un mundo saturado de sonidos. También nos ofrece una visión profunda de cómo la estética del video de ‘Gospel’ refleja su enfoque único hacia la producción musical y visual.

Hay alguna experiencia en específico que motivara a la nueva exploración en el sonido? 

Sí, de hecho, todo el proyecto nace de un proceso que he llevado a cabo durante varios años: grabar constantemente. Siempre llevo conmigo una pequeña grabadora (muestra su grabadora) y unos audífonos que también funcionan como micrófonos, lo que me permite hacer grabaciones de manera muy discreta. Durante muchos años he estado grabando las cosas que suceden a mi alrededor y que me parecen interesantes, desde conversaciones, voces, sonidos, músicos callejeros, ambientes, etcétera.

‘Chingos de Changos’ nace justamente de esa inquietud, de esta colección de sonidos de todo el mundo. Tengo una librería gigantesca llena de material, y a partir de ahí me sumergí en esa librería para decir: “Bueno, ¿y ahora qué hacemos con todo esto?” De ahí han salido muchos de mis discos y proyectos recientes. ‘Chingos de Changos’ consistió en encontrar estos sonidos extraños, como rarezas dentro de esta gigantesca librería que tengo, desde sonidos de grillos hasta bloopers de locutores, entre mil cosas más. Fue encontrar los sonidos más raros y las voces más extrañas e interesantes.

Para ‘Gospel’, por ejemplo, usé dos samples principales. El primero es de la voz de una predicadora que encontré caminando por las calles de Nueva York, en Union Square. Estaba sobre una silla con un megáfono y una pancarta que hablaba del fin del mundo, diciendo: “Are you ready to die?” (Están listas para morirse? Ese sample inspiró un poco la canción. El segundo sample es de un jam que tuve con unos músicos en Mallorca. Así que la inquietud nace de estas ganas de coleccionar sonidos.

Sabemos que la producción de los sonidos es propiamente tuya. En un mundo tan globalizado, con acceso a bancos de miles de sonidos, ¿crees que se puede crear algo original e interesante usando estos bancos, incluso si no reconocemos los sonidos?

Sí, yo creo que sí. Al final, la herramienta no hace al artista. Hay gente que, con los sonidos más básicos, puede crear maravillas, y hay quienes, aunque tengan todas las herramientas a su disposición, no pueden hacer nada interesante ni que se salga de lo ordinario. Para mí, el valor de una pieza no radica en sus procesos. Aunque los procesos son muy importantes para mí y me llevan a ciertas exploraciones, el resultado no es solo el proceso.

En cuanto a la exploración visual, ¿a qué se debió el rescate específico de estas culturas, de estas imágenes. Tener hasta incluso estos que son el omitir el color

Claro. El nombre del proyecto, Chingos de Changos, se debe a que hay un montón de personas que colaboran en el disco, ya sea de forma voluntaria o involuntaria. La mayoría de las grabaciones se hicieron de manera clandestina con mi pequeña grabadora y mis audífonos de espía. Desde el principio, es un disco que cuestiona los derechos de autor y la privacidad; en esencia, es un collage. La parte gráfica también es un collage. La portada es una mezcla de muchas cosas y personas, y muchas de las grabaciones provienen de mis viajes por distintas partes del mundo, lo que aporta influencias de diversas culturas. Por eso, me pareció pertinente hacer un video con la misma lógica.

Todas las imágenes del video provienen de una página llamada Archive.org, que tiene contenido audiovisual con y sin derechos de autor desde que existe el medio digital. Este contenido es muy interesante y fue un nuevo intento de hacer una exploración en collage con sentido. La canción tiene una voz que habla de morir por Dios, diciendo: “Are you ready to die, to be a martyr, serving God”. Decidí poner imágenes que hablen de eso, mostrando a gente en relación con lo divino, incluyendo faquires y rituales que implican entregar el cuerpo a un poder superior o morir por una fuerza mayor.

La idea del video es hacer más evidente el mensaje de la canción, aunque no estoy de acuerdo con él. Simplemente tomé la voz de esta mujer y le di espacio. Aunque no lo parezca, el video tiene un lado crítico. No estoy de acuerdo con todo lo que sucede en él, pero me pareció lógico utilizar el collage y las imágenes disponibles en internet, al igual que utilizo sonidos grabados en todo el mundo.

La estética en blanco y negro surgió porque todo el contenido que utilicé es de los años 50’, 60’. La técnica nos llevó a ese resultado, y contrastó muy bien con el rojo, que es el color del proyecto, logrando que se vea bonito.

¿Qué consejo le darías a un músico que apenas se encuentra comenzando para encontrar su sonido?

Que graben, que estén con los oídos abiertos y que traten de encontrar en su entorno natural o en su contexto algo que los inspire y los motive.