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Carlos Ares: “Intento ser muy honesto con mi momento vital y las experiencias que paso a la hora de plasmar mi arte” [ENTREVISTA]
Un año después del lanzamiento de su aclamado álbum ‘Peregrino’, Carlos Ares nos cuenta un poco sobre el proceso creativo detrás de cada pieza musical, su infancia y la influencia de Galicia en su carrera profesional.

Por: Chantal García
Publicado el: 29/04/2025
Carlos Ares inició su rumbo en la música en el año 2017 con su single debut ‘Tiemblo’, la cual se enfoca en una desilusión, un amor fallido que no ha logrado desvanecerse por completo.
Sin embargo, la evolución musical de Carlos es evidente, debido a que entrega una fresca propuesta musical totalmente contraria a sus inicios. Con su álbum Peregrino, abarca temas más profundos, como la soledad, ansiedad y qué tan incierta puede ser la vida. Luego de un año del lanzamiento de este disco, presenta su nuevo single ‘Días de Perros’, donde se muestra la lucha interna que muchos podemos tener a lo largo de nuestra vida.
En esta entrevista, Carlos, nos muestra que la vida nos lleva rápidamente a madurar debido a momentos oscuros y brillantes. Sin embargo, en nosotros debe prevalecer aquella inocencia y atrevimiento de nuestra infancia. Esta es la clave dentro del proceso creativo y de la vida.
Buenos días, hoy en Worked Music nos encontramos con Carlos Ares ¡Es un gusto estar aquí contigo! ¿Cómo estás?
¡Muy bien! Gracias por tenerme aquí.
Estaba revisando tu contenido y mencionas que tienes mucha influencia de tu tierra Galicia, sobre todo en tu música y proyectos. Pero ¿siempre estuvo en tus planes llevar la esencia de Galicia en la música o es un aspecto que se ha ido construyendo poco a poco a través de los años?
Nunca ha sido algo premeditado y, de hecho, sigo hablando de ello con mucho respeto porque no me considero tampoco muy culto ni muy entendido de la música de mi propio lugar de nacimiento. Es decir, me da bastante respeto decir que hago algo que tenga que ver con lo tradicional. De ahí creo que mi música, al día de hoy, sí que se siente cómodo porque al final siento que llevo algo de Galicia en mi presente y cuando la gente me conoce lo nota y supongo que de la misma manera se siente en las canciones. Pero, vamos, que lo hago de manera totalmente intuitiva y natural y creo que esa esencia de Galicia, del lugar de donde yo soy, está un poco sin quererlo y me parece fenomenal, pero sin premeditar.
¿Y hay alguna diferencia entre Madrid y Galicia en términos de música? Porque mencionas que cuando quieres relajarte vas a Galicia y luego a Madrid. ¿Qué tanto influye en el tema musical?
Sí, hay mucha diferencia. No sé si vosotros lo notáis en México, a diferencia de Ciudad de México a las afueras. Pero desde luego que el carácter de la gente es totalmente distinto; yo noto ciertas cualidades de la gente de Galicia que siempre las valoro. No quiere decir que la gente de Madrid no tenga también sus cualidades, pero ahí noto una sinceridad bastante brutal a la hora de decirte las cosas, como una claridad en el mensaje a la hora que te quieren comunicar algo. También la gastronomía es maravillosa en mi tierra, el clima es mucho más fresco, cosa que para el verano es increíble porque en Madrid te mueres de calor. Yo no recomiendo a nadie y si vosotros tenéis planeado viajar a Madrid en algún momento a hacer turismo no vayáis en los meses de verano porque va a ser terrible. En cambio, sí recomiendo que vayáis a toda la zona norte, la Costa Norte de la península donde está mucho mejor. Y bueno, claro, culturalmente también cada ciudad tiene sus tradiciones y a mí, las de Galicia que se suelen relacionar mucho con el mundo celta y el folk, también me han llamado la atención y me han inspirado a la hora de trabajar en la música que hago ahora mismo.
Cuéntame un poco ¿Cómo era Carlos de niño de cinco, diez años? Me imagino explorando este mundo de la música. ¿Cómo poco a poco fuiste descubriendo esta pasión por componer y hacer música?
De niño mis padres solían decirme que era un niño feliz, que estaba siempre riéndome, muy alegre, era muy curioso y muy atrevido. La verdad que siempre trato de inspirarme en mi versión de niño ahora que soy adulto y siempre trato de recuperar y ejercitar muchas cosas que tenía cuando era pequeño. En relación a la música, siempre tuve una conexión muy especial con ella; pero, quizás de tan pequeño todavía no tenía la claridad de ideas que me surgieron más tarde como 12 – 13 años que empecé a sentir que mi vida podía ir ligada a la música de manera profesional y podría dedicarme a componer y podía darme bien lo de cantar y que le gustara a la gente. Hasta entonces, solo estudiaba piano en el conservatorio, ni siquiera lo hacía con mucho gusto la verdad. Estudiaba piano, pero un poco obligado porque mi madre insistía en que era una actividad que me iba a venir muy bien. Que me iba a convertir en una persona sensible, que me iba a dar ciertos atributos, que me iban a servir en mi vida futura; pero no era capaz de entender muy bien porqué debía estudiar todo lo que estaba estudiando en aquel momento. Y bueno, por suerte le hice caso a mis padres porque al día de hoy soy feliz dedicándome a lo que me dedico. Y doy gracias a toda esa base de conocimientos y entrenamiento que tuve durante esos años de mi vida.
Y cuando uno es niño, es muy curioso, quiere tocar todo, jugar con los colores ¿ Tú crees que al momento de componer o , por ejemplo, al escoger la paleta de colores en los videos hay todavía esa curiosidad de niño en ti que te permite crear toda esta narrativa en los videos o canciones?
Sí, totalmente. De hecho, creo que los grandes artistas son personas que están muy conectadas con su infancia, con esa curiosidad y con esa diversión. Creo que a la hora de crear hay que inspirarse en la inocencia de un niño, en no tener reparo a la hora de probar, a la hora de llegar al límite de lo ridículo y atreverse para dar con cosas nuevas. Al final, el mérito que tiene nuestro trabajo es dar con cosas que nos sugieran novedad y frescura. Entonces, para llegar hacia ellas tenemos que arriesgarnos, tenemos que atrevernos a salir de los estándares, de las cosas típicas y tratar de innovar. Así que, en mi caso, trato de aplicar eso muchísimo, trato de ser muy juguetón, muy niño cuando compongo, cuando trabajo, para sorprenderme a mí mismo y dar con todos esos colores de la paleta como tú dices.
Y justo hablando de colores, estaba revisando el video de ‘Dias de Perros’, tu último single. He notado que hay un cambio en los últimos videos. Veo una paleta más marrón o colores mas fríos, a comparación de tus primeros videos o portadas de singles, con colores más calidos como naranja, rojo, rosado o amarillo. ¿Crees que estos colores muestran un cambio en ti como artista o persona en general en los últimos años?
Sí, creo que sí. Porque, supongo que con la edad adulta y la madurez, te das cuenta que la vida es complicada y tiene, por supuesto, muchísima belleza y hay momentos maravillosos y siempre merece la pena vivir; pero es cierto que es una experiencia dura. Está llena de aprendizaje, llena de momentos intensos, para bien o para mal. Y yo, concretamente, en esta última temporada de mi vida, he pasado por momentos un poco difíciles. Entonces, supongo que en los colores se nota que van un poco oscureciendo, pero tampoco pretendo llegar al negro o azabache. Es como que realmente denota esta seriedad de este momento en el que estoy y que tiene un poco más de dureza. Pero al mismo tiempo, siempre trato de encontrar algún momento en el que se note un poco la luz porque mi mentalidad y mi filosofía siempre ha sido de ver la vida con belleza y con la esperanza de que siempre los momentos malos terminan y vienen las cosas buenas. O sea, que seguro en algún momento empiezas a notar más colores en los videos y en las portadas
Pero ¿Digamos que es algo intencional o que en el proceso va saliendo?
No, no creo que lo pienso con mucha anticipación. Creo que en el momento en el que lo decido es totalmente intencional, pero hasta entonces no lo he premeditado. Es decir, igual que cuando compongo una canción, es algo que sucede en ese momento, me viene esa idea, la trabajo y de repente tengo la canción. No es que yo diga: “Como estoy triste me viene bien escribir cosas tristes”, no. Es a causa de que estoy triste o a causa de que estoy en un momento nervioso, pues de repente escribo sobre la ansiedad, pero casi de manera intuitiva. Intento ser muy honesto con mi momento vital y las experiencias que paso a la hora de plasmar mi arte. Y cuando decido una portada es mi subconsciente quién lo decide casi, no soy yo.
Hace unos minutos mencionaste, justo hablando del proceso de colores y audiovisuales, que la vida es muy dura. Y me he quedado con eso en la cabeza porque creo que no hay edad para decir: “A Esta edad he pasado por cosa muy duras” o “Me ha pasado esto”. Entonces, me di cuenta escuchando ‘Días de Perros’: “Es que vivir es complejo, es que vivir es todo un arte”. Y es verdad, porque la vida a veces te da como te puede quitar. ¿Cómo es todo este proceso íntimo contigo mismo para poder componer estas canciones?
Pues es difícil, para mí siempre ha sido muy intenso la vulnerabilidad de no tener miedo a hablar sobre qué temática. Hay otras veces que es más sencillo, que no me cuesta tanto; pero en el caso de estas últimas canciones que son tan descriptivas de mi momento vital, siempre me tengo que plantear si realmente quiero hablar sobre ello, si no, si lo quiero compartir, o si me lo prefiero guardar. Entonces,sí, es intenso. Creo que la vida de los artistas es siempre así porque trabajamos con las emociones, literalmente nuestro trabajo se basa en vivir experiencias y en transmitirlas a través de distintas modalidades de arte. Unos las muestran en pinturas, otros en canciones, otros en esculturas o en lo que haga falta. Y en mi caso pues sí, es todo un tiempo de psicoanálisis, de introspección. O a lo mejor es simplemente empatía con otra persona que veo que está viviendo algo y lo quiero comunicar por medio de una canción porque me parece bello. Así que es un proceso bastante intenso emocionalmente y para valientes, no apto para cardíacos.
Cambiando de tema, hablemos un poco de tu tour, de los shows que vienen. Empiezas el 22 de marzo en un festival, prácticamente en 12 días, ya no falta nada. ¿Cómo te sientes, tienes alguna expectativa, estás nervioso?
Sí, estoy en un momento un poco crítico porque al mismo tiempo es toda una incertidumbre. Hasta que no nos subamos al escenario y veamos qué es lo que sucede con el show, no sabremos si hemos hecho un buen trabajo o no. Todos mis sentidos indican que sí, parece que sí tenemos un gran show para este año. Ayer mismo terminamos los ensayos generales, fueron una locura. Estuvimos muy pocos días para todo lo que tenemos preparado y, sin embargo, tenemos todo bastante bien atado y con muchas expectativas de qué es lo que sucederá el día 22. Es dentro de nada y ojalá que a la gente le guste. Y seguramente a partir del 22, si todo se confirma, si todo sale bien, pues me dedicaré a disfrutar de todo el año de tal cantidad de fechas que tenemos. Vamos a estar tocando por todo el país y con ganas de vivir la experiencia y de aprender muchísimo.
¿Y en cada show cómo has percibido esta acogida por parte del público tanto a ti como a la banda que te acompaña en cada show?
Precioso, la verdad que ha sido un amor a primera vista, creo. Por lo menos por mi parte hacia ellos, ojalá que por la suya también. Pero yo me he enamorado de esa sensación de conectar con la gente, de atenderles, de tratar con ellos, de conocer historias, de visitar pueblos, lugares. Además, la gira del año pasado, como era la primera gira, me llevó a escenarios muy peculiares en lugares muy remotos del país. Entonces, fue un viaje precioso y tuve la suerte de vivir esas experiencias y de conocer a personas muy sorprendentes. Y desde arriba del escenario ha sido siempre una conexión brutal, creo que la gente ha venido a los conciertos con ganas de entregarse, de disfrutar del show, de las canciones, con ganas de participar, de darnos calor a todos, no solo a mi. Mis músicos están escogidos muy intencionalmente para que se roben parte del show, para que a veces la gente no me esté mirando a mí, sino a ellos porque ellos también son estrellas y son gente que brilla por sí sola. Así que yo creo que todo el mundo estamos disfrutando del proceso y de la conexión con el público que tenemos, la suerte de tener un público fiel y muy entregado siempre.
Me alegra mucho escuchar que cada público en general es fiel y que sigue mucho a tu música también a la banda. Me imagino que, claramente, cada público es distinto y único ¿Qué es lo que te llevas a casa luego de cada concierto?
Pues, yo creo que es el culmen del artista. Cuando, en el caso del artista que hace canciones, el poder interpretarlas en vivo es siempre lo máximo.Y si puedes, además, permitirte la experiencia de interpretarlas acompañado de una serie de músicos con los que compartes historias de todo tipo, personales y profesionales, obviamente esa experiencia, para mí, es lo máximo. Entonces, termina el concierto y habitualmente estás en un estado de agitación, emoción, satisfacción, es un momento muy especial y creo que es adictivo. Es como cuando sientes eso por primera vez dices “Me quiero quedar aquí por siempre”.
¿Crees que en un futuro puedas traer un show a Latinoamérica?
Totalmente, tengo muchísimas ganas y espero que sea pronto, de hecho. Algo que he esperado con mi música es que me lleve a descubrir lugares nuevos y gente nueva y vivir este tipo de experiencia. He estado en Latinoamérica un par de veces ya y adoro todo lo que hay por allí. Tengo mucha curiosidad por conocer más, así que ojalá que próximamente vayamos. No se si este año o el próximo, pero sea cuando sea voy a trabajar muy duro para ir lo antes posible.
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